Dirigido por John Velazquez, el jinete con más ganancias en premios en la historia del turf estadounidense, el caballo preparado por Bob Baffert superó a un rival que intentó incomodarlo en el cierre; Mage, héroe del Derby y favorito, quedó tercero con Javier Castellano up
National Treasure (der.) impuso su fuerza, con Blazing Sevens encima / Maryland Jockey Club |
“Las
carreras tienen altos y bajos”, decía un eufórico Bob Baffert después del
triunfo de National Treasure (Quality Road) en el Preakness Stakes (G 1-
La otra, quizá la principal en la mente del entrenador, que alcanzó el récord de ocho victorias en el Preakness, es la silenciosa
revancha por la sanción que le prohibió competir en la Triple Corona luego de
la descalificación de Medina Spirit por tratamiento no autorizado, tras ganar
en la pista el Kentucky Derby de 2021. Una suspensión que Baffert protestó y
llevó a la Justicia ordinaria para que fuera revertida, sin éxito. En Churchill
Downs, escenario de la Carrera Por Las Rosas, la inhabilitación fue más severa
y durará todo este año.
La única ventaja que tenía National Treasure sobre el favorito Mage era
el hecho de haber salteado el Kentucky Derby –no sumó el puntaje suficiente-, lo que le dio seis
semanas de pausa entre carreras, mientras que el ganador en Kentucky tuvo dos,
el margen normal en la serie norteamericana. Los dos sumaban pocas salidas en
su campaña (cinco uno, cuatro el otro). El ganador del Preakness había
finalizado 4° en el Santa Anita Derby (G 1) y acreditaba una sola victoria, la
del día de su estreno.
La Triple Corona en los Estados Unidos tiene su vertiginoso desarrollo en
cinco semanas, ya se sabe. No es la serie original del Reino Unido, donde transcurren
cuatro meses desde las 2000 Guineas (G 1-
Lo cierto es que John Velazquez dibujó un desarrollo impecable, al
hacerse de la punta desde la suelta en la gatera 1 y viajar en ritmo pausado
(1m13s49/100 los
Velazquez (51 años) ganó por primera vez en su extensa campaña el Preakness, en su 13er intento. Javier Castellano, el jockey que encontró un impensado incentivo cuando vio un zócalo de la televisación del Derby que decía que nunca lo había ganado en quince actuaciones, y lo ganó, detuvo su paso ayer, montado en Mage, a segundos de haber cruzado el disco, para extenderle la mano a su colega portorriqueño, con una sonrisa. Un buen epílogo.
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