El jockey describió una muestra de la idolatría de los chicos en los tiempos modernos hacia las figuras deportivas, como la de su hijo de 5 años, en el festejo tras la victoria del tordillo de Parque Patricios en el Gran Premio de Honor (G 1)
Por siete cuerpos se impuso el hijo de Hurricane Cat, para su 6° éxito de Grupo 1 / Gza. Hapsa |
“A mi hijo le encanta, quiere que gane todas, es muy mal perdedor”. Los chicos, de pronto, han convertido en héroes a sus ídolos deportivos. El mejor ejemplo de estos tiempos es Dibu Martínez, el arquero de la Selección Argentina, que sintetiza ese sentimiento en los más pequeños que nació en el último Mundial de Fútbol. Pero esta vez, aquella frase es de un hincha del turf y de un caballo, llamado Iván, y la revela su padre, Francisco Fernandes Gonçalves, el jockey más ganador.
“Iván es un amante de Miriñaque; el otro día miraba el video del Dardo Rocha en el que entró segundo y me preguntaba por qué había perdido y por qué no lo habían dejado ganar; él quiere que gane Miriñaque aunque no lo corra yo. Es fanático, todos los días mira el Martínez de Hoz en Youtube”. Aclaremos, Iván tiene 4 años y Leandrinho lo cuenta mientras el chico corretea con el casco de su padre puesto y se prepara la premiación. “La familia es un apoyo muy grande para mí y para todos los jockeys, ellos son tan apasionados por las carreras como yo”, señala el jockey con esa sonrisa que está adherida a su rostro, con su mujer, Talita, a un par de metros.
Es la premiación del Gran Premio
de Honor (G 1-
Eso se vio en la pista de Palermo, donde Miriñaque corrió todo el tiro por afuera, expectante, y se deslizó hacia el disco en la recta cuando quiso, como si supiera que su jinete apenas lo iba a apantallar con la fusta en los metros finales y nada más, después de que Super Inter (Super Saver) fuera el puntero escoltado por Tío Boy (Greenspring). Siete cuerpos dijo el marcador que fue la ventaja que el hijo de Hurricane Cat estableció sobre Clapp (Il Campione), que atropelló como en el Clásico Otoño, pero esta vez se encontró con el crack.
“Venía en moto hoy, todo el tiro muy fácil, y mirá que yo le tenía miedo al desarrollo porque había un solo puntero y que tiene aguante, pero los caballos buenos superan todo y lo hacen muy fácil, si tiene que venir por dentro o por afuera no hay problema”, describe Francisco Leandro. Sobre los aplausos, que suenan cada vez más anticipadamente al desenlace, señaló: “Es un caballo para disfrutar, no creo que haya otro Miriñaque y la gente hace muy bien en disfrutarlo. Quiero agradecerle a Alcides Coronel que es el que lo monta todos los días, un gran profesional, el triunfo también es de él”.
El próximo objetivo es claro para el piloto de Miriñaque: “Ahora hay que ir al República, todavía no lo ganó, va a ser la primera vez que lo va a correr. Sacando el último Pellegrini nunca defraudó, así que siempre está para las grandes peleas”. Justamente el Carlos Pellegrini es la gran meta en el stud Parque Patricios, como lo confesó Rafael Pascual, uno de los propietarios. Para entonces tendrá 7 años el caballo, pero eso es lo de menos.
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