"Son los mejores caballos del país en la recta y hay que disfrutarlos", dice Gonzalo Sarno tras el triunfo de Luthier Blues ante Labrado

 
El Mejor Velocista de 2021 pudo vencer por primera vez al caballo de 3 años y lo dejó sin invicto en el Clásico Irlanda (G 3), por el pescuezo y con su estilo, corriendo de menor a mayor, ante una alta cantidad de público en Palermo  

Brian Enrique, el jockey que mejor entiende a Luthier Blues, celebra al filo del disco / Prensa Palermo

“Lo vi cuando arrancó, un poco estaba planeado así”, dice Gonzalo Sarno en medio de los gritos y los abrazos que no terminaban después del triunfo de Luthier Blues en el Clásico Irlanda (G 3-1000 m) por el pescuezo ante Labrado. Los dos hermanos paternos, los más famosos hijos de Le Blues, el padrillo de El Paraíso, generaron un espectáculo sensacional. Uno, poniendo el suspenso de siempre cuando se toma media carrera para arrancar. Esta vez fue más. El otro con su velocidad de abajo que parece incontenible.

Sarno había respondido con aquella frase a la pregunta sobre si temió que el caballo al que entrena no alcanzaría al rival del gran duelo de la recta o se preocupó porque el caballo veterano (5 años) podía chocar de nuevo con la pared que le oponía el joven de 3 años, que el domingo perdió su invicto.

Lo alcanzó y lo pasó el defensor del stud Kirby’s; con lo justo, es cierto, pero entre estos dos sprinters cualquier diferencia puede ser un abismo. O nada. Para todos los allegados del ganador fue la enorme satisfacción de saber que el zaino de 5 años pudo con el caballo de 3 años, que no estaba todo dicho entre ellos, pese a que Labrado, que el domingo había dominado con toda una sensación de triunfo, había ganado dos veces y Luthier Blues, ninguna.

El cuidador habló de Brian Enrique, que lo montó en 9 de sus 16 triunfos y nunca perdió con él; de las idas y vueltas con cambios de jockeys en el final del año pasado. “Siempre quiero que lo corra él; cuando se bajó fue por compromisos, estoy contento por Brian”. Los compromisos fueron más del lado del propietario, Walter Roldán, que en el cambio eligió a Jorge Peralta, el piloto de los comienzos de Luthier Blues, y después a Rodrigo Blanco. El Picante Enrique volvió en las dos últimas, este año.

Respecto de la gente que acompañó al caballo de Azul, Sarno dijo que “estaban bravos hoy”, a plena sonrisa. Y se le preguntó por la posibilidad de que Luthier Blues sea llevado para padrillo al haras Don Florentino, en La Francia, Córdoba. “Yo no puedo asegurar nada de eso porque lo maneja Walter; en lo personal me gustaría mucho que vaya a Don Florentino porque crían caballos muy veloces y el haras es impresionante. Ojalá que vaya allí porque tienen un muy buen plantel de madres”.

Los Grimaldi, propietarios de la cabaña cordobesa, querrían que Luthier Blues ya empiece a ser preparado para la temporada de servicios que comienza en agosto, para alejarlo del estrés y los riesgos propios de la competencia.

-¿Tenías una espina con ganarle a Labrado? 

-No sé si una espina, lo que pasa es que sin dudas son los dos mejores caballos del país en la recta. Un día gana Labrado y otra Luthier Blues, y hay que disfrutarlos, porque no todos los días surgen caballos así.