Barbara Banke, pionera como jefa del directorio de Breeders’ Cup y la notable criadora que continuó el legado de Stonestreet

 

Luego de la muerte de Jess Jackson, de la cabaña cercana a Lexington, que tiene al padrillo Curlin como emblema, han salido más de 120 ganadores clásicos de Grupo y Listados, entre ellos Clairiere, una de las rivales de Blue Stripe en el Distaff  

 

LEXINGTON, Kentucky.- Venía del círculo de ganadores, donde festejó el triunfo de Marsalis con un grupo que parecía argentino por lo numeroso, si no fuera porque se trata del reconocido Stonestreet Stables LLC, el conglomerado que encabezó hasta su muerte el recordado Jess Jackson, su marido, en los tiempos de Rachel Alexandra (Medaglia d’Oro). Unos segundos después, sin haber salido aún de esa zona, Barbara Banke, a la que nos referimos, aceptó responder algunas preguntas a un ignoto cronista.

  La señora Banke, abogada, es la primera mujer en ocupar el puesto de presidenta de la mesa directiva de Breeders’ Cup LTD., elegida hace un año por los restantes integrantes del directorio. A ese cargo le suma el de ejecutiva de Keeneland y de la Asociación de Propietarios y Criadores (TOBA). Por otro lado dirige The Jackson Family Wines, un emprendimiento con viñedos y bodegas.

  Uno se atreve a preguntar, un poco en broma, cómo se hace tiempo. “Tengo buenos equipos, que se ocupan y hacen un gran trabajo”, responde Barbara Banke, sonriendo.

  Para ser justos con lo que más le gusta y a lo que destina más horas, es la dueña principal del gran Curlin (Smart Strike), “pero no tengo ningún padrillo radicado en Stonestreet”, aclara. Curlin, el padre de Marsalis, sirve en Hill ‘n’ Dale, el haras de John Sikura, y es el orgullo de Stonestreet, porque fue criado por Jackson y contó con dos títulos consecutivos de Caballo del Año. Sikura fue el criador que empezó a desarrollar a Candy Ride como reproductor y con éxito.

  En la Argentina, Ignacio Pavlovsky había entablado una notable relación con Stonestreet, cuando la estación de montas estadounidense se asoció para producir a Krysia (Matty G), por ejemplo. “Cuando murió Jackson, Barbara no quiso seguir en Argentina y me vendió a Krysia, que dio a Keane (Equal Stripes). Sigo teniendo una gran relación”. Krysia ganó el Acébal y Keane, el dardo Rocha, además de ser elegido Mejor Caballo Adulto en 2016. Pavlovsky se emparenta con Banke en sus facetas como criador, veterinario y dirigente de Palermo.

  “Estamos muy bien, han nacido muchos potrillitos esta temporada -‘babies’, expresó en su idioma- y contentos con el stud”, se explaya Barbara y la sonrisa se hace más amplia. Dos de las grandes ganadoras clásicas que salieron de Stonestreet son Clairiere y Malathaat, hijas de Curlin, cómo no, y rivales de Blue Stripe (Equal Stripes) mañana. Tan duras como lo es Nest, la favorita, que no nació en el campo de Banke pero también desciende de Curlin.

-En el Distaff corre una gran yegua argentina…

-Sí claro, Blue Stripe –interrumpe Barbara, casi-, ya se enfrentaron el año pasado.

  Barbara Banke eligió continuar un legado y bastaría con detenerse en todos los reconocimientos que recibió de sus pares masculinos al asignarle funciones como dirigente, para admirarla. Pero su entusiasmo por la cría y las carreras supera todo.