domingo, 31 de julio de 2022

Maximiliano Aserito y Kevin Banegas hicieron de un clásico desangelado una gran carrera, gracias a Obia Star y Super Shine


Dos potrancas sin roce, que buscaron su oportunidad en el Luis María Campos (G 2) de Palermo, les dieron a dos jinetes la chance de asomarse a un nivel alto con una definición que marcó empate y que le permitió al uruguayo obtener su primer éxito de Grupo



Banegas-Super Shine están en el medio; el 2 es de Aserito-Obia Star, atrás Dona Morebi, 3a (Hapsa)


Lo espectacular e incierto --por el suspenso- de la definición del Clásico General Luis María Campos (G 2-1600 m), no debe obnubilar hasta perder de vista la emoción de los jockeys que la protagonizaron, ni el enorme valor de las dos potrancas que se entregaron hasta el último salto, obligando a que también se conmovieran todos en Palermo, el sábado. Obia Star (Star Runner), con Maximiliano Aserito, y Super Shine (Super Saver), con Kevin Banegas, cruzaron juntas el disco, en la misma línea, y la espera de la bandera verde no alcanzó para dirimir una ganadora sobre otra. Fue puesta no más, caballeros.

En el disco –y solo en el disco- se juntaron la puntera, Super Shine, ganadora de una en dos salidas, y la aún perdedora Obia Star. Las dos ligaron lo suyo en esa largada: Obia Star partió dando un salto y quedó última en el desarrollo. Banegas y Super Shine recibieron un golpe cuando Kiev Princess (Daniel Boone) salió hacia adentro, pero eso no le impidió instalarse en la punta.

Aserito remó a media cancha en la recta final para recuperar terreno y descontó. Kevin debió luchar con las riendas para que su conducida no mañereara y pudiera desembarazarse de Kiev Princess, todavía su sombra. Obia Star alcanzó en el espejo. Tercera, a medio cuerpo y por los palos, terminó 3ª Doña Morebi.

Escribió Banegas en su cuenta de Instagram: “¡Pese al golpe que recibió en la suelta, esta potranca guapeó y nos regaló esta hermosa carrera!” En un momento así, se siente que se puede salir delante de un tropiezo, muy serio en su caso. “Seguimos siempre hacia adelante, con fe y con convicción, porque creo en mí y en lo que hago; siempre correré con la cabeza, pero también con el corazón”, añadió. El jinete alude a la prolongada convalecencia que le demandó una fractura de fémur, en un accidente en Palermo, hace casi un año.

Para medir cuánto valió para Aserito, basta anotar que este triunfo fue el primero del uruguayo en un clásico de Grupo. “La vi muy dura. Kevin no vio perder a su yegua y yo tampoco a la mía, no estaba claro. Y no estábamos tan errados. Un salto más y ganaba la mía”, se afirma. “Salir de perdedora en un clásico es un mérito muy grande de la potranca, a la que con su cuidador [Leonardo Antognozzi] consideramos muy útil por la atropellada que tiene, y esta vez lo demostró”, analiza el jinete que se inició en Entre Ríos. Y agrega: “Obia Star se ha enfrentado con yeguas que van a correr las Mil Guineas y ella estuvo siempre ahí. Muchas veces por el desarrollo desfavorable, por venir encajonada, no salió de perdedora antes. Ahora le busqué libertad y por fin se le dio el triunfo”.  

Un clásico disminuido por la falta de figuras, Maximiliano Aserito y Kevin Banegas lo convirtieron en un gran premio que no van a olvidar.









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