"Es un pingazo, con un corazón más grande que el pecho", asegura Miguel Pérez, entrenador de Dreaman, ganador del GP Honor

 

Celebra Tati Velazquez, el jockey que montó a Dreaman en todas sus actuaciones (Hapsa)

El defensor del stud Vientos del 80 requiere los mayores cuidados para estar en condiciones de competir; a los 5 años, con tres victorias comunes y sólo en su novena actuación, consiguió un triunfo sorprendente, pero que el cuidador esperaba cada vez que lograba ponerlo en la pista sin dolores

Dreaman (Galicado), el ganador del Gran Premio de Honor-Copa Julio y Carlos Menditeguy (G 1-2000 m), es de esos caballos que ponen a prueba a los entrenadores -son una legión- por la esencia misma de estos atletas de cuatro patas que tanto compiten en una carrera a toda velocidad de principio a fin como galopan largo y luego aceleran a fondo cuando una táctica lo exige. Hugo Miguel Pérez sabe muy bien que el defensor del stud Vientos del 80 vive “entre algodones”, que es “delicado” –perdón por los lugares comunes- pero que si los dolores no aparecen o dan una tregua es un caballo clásico, con agallas. Le faltaba demostrarlo en la cancha.

“Es un pingazo, un caballo con un corazón más grande que el pecho; que cuando las nanas le dan un respiro y podés llegar bien con él es bravo para cualquiera”, describe el entrenador a Dreaman. “Es delicado de las manos y muy buen caballo. Si está sano corre bien. Ahora viene el República…”. Este uruguayo, que fue jockey en Maroñas menos tiempo del que lleva como preparador (cuarenta años casi), lamenta no haber podido estar con su caballo el sábado 2 en Palermo por una extensa suspensión, originada por  un tratamiento no autorizado. Justo ese día cumplía la sanción.

“Siempre lo tuve yo, ganó a los 3 años, nunca tuvo otro cuidador”, recalca sobre el zaino que hasta el fin de semana pasado sólo tenía tres victorias comunes y venía de quedar 4° en el Clásico Verano y 2° en un handicap. Pero el sábado fue el día. Sin dolores –o tal vez pocos- Dreaman fue llevado expectante, cerca del fondo del lote que dominaba Bamb Craf (Mastercraftsman), y Cristian Velazquez, su jockey, lo abrió casi a media cancha en la recta final, para atropellar firme y llevarse su mejor triunfo por un cuerpo ante Special Dubai, que también cargó fuerte.

-¿Cómo se trabaja para ponerlo en forma para semejante clásico?

-Hay que ir con cuidado, tratando de hacer las cosas siempre lo mejor que se puede, como con todos los caballos. Se lo trata con hielo para el origen de la entrecuerda, en los nudos. Él tiene problemas óseos y articulares y el hielo se convierte en un paliativo fuerte. Corre cuando está bien, sano. Todos los deportistas, atrás de la largada, tienen un dolorcito, son deportes de alto rendimiento. Pero si Dreaman no tiene grandes dolores, corre bien siempre.

-No se corre el Gran Premio de Honor para ver qué pasa.

-Noooo, hay que poner mucha plata para correrlo. Son clásicos bravos, siempre querés correrlos bien. Te está mirando todo el mundo y no querés hacer un papelón. Si seguís las redes antes de la carrera, el dueño está alentándolo; le teníamos fe.

[Una digresión: ese propietario, uno de ellos, es Mario Pontaquarto, aquel secretario del Senado en tiempos del presidente De la Rúa que denunció en la Justicia las coimas del “Caso “Banelco” y declaró como arrepentido. El primer arrepentido de verdad, que además ya fue absuelto].

Dreaman se perdió muchas carreras. A punto de cumplir 6 años, sólo compitió nueve veces. “Reprisó en 1800 metros después de casi un año [en noviembre de 2020, 6°, tenía 4 años y fue apenas su cuarta actuación]. “Corrió a los 2, a los 3, fue al campo, volvió… tiene un corazón bárbaro. Vamos a ver ahora el 1° de mayo”.

Hasta ese día del República Argentina (G 1-2000 m) Hugo Miguel Pérez y su gente en el stud, continuarán con la crioterapia para Dreaman, pero sobre todo con los cuidados para que corra sano. Todos más tranquilos luego de que el caballo criado en El Turf demostrara que sí está para el primer nivel, sin milagros de por medio.