lunes, 27 de diciembre de 2021

El admirable Expressive Smart gana en todos los hipódromos, en la corta y en la media, y lleva cinco años reinventándose

 

La 8a victoria clásica de Expressive Smart


A los 7 años, el defensor de El Clan Corrientes se impuso en el Clásico Invasor (G 3-1400 m) de punta a punta, en el césped de San Isidro, y extiende su interminable almanaque



El hilo de Expressive Smart (Expressive Halo) no se corta. A los 7 años, el defensor de El Clan Corrientes se impuso en el Clásico Invasor (G 3-1400 m), en la diagonal de San Isidro. Corrió casi el doble de carreras más que cada uno de sus rivales de este domingo en San Isidro (38); empezó como velocista y se hizo tan buen millero que ganó un Grupo 1, el Estrellas Mile (1600 m) de 2019. Hoy, su nicho está en las catorce cuadras.

Antes de aquel clásico de la Fundación Equina Argentina, María Fernanda Álvarez, que entrena al alazán en equipo con su marido, Walter Suárez, contaba: Expressive Smart venía de la recta; tiene el récord en 1200 –en Palermo-. Tiene sangre de la larga, pero es ligero; con Francisco Gonçalves siempre largaba mal y perdimos dos carreras en la corta porque nos la sacaron; una reclamó Falero porque lo molestó en las gateras y la otra fue en San Isidro, se abrió un poquito y se la dieron a Joy Filoso. Gonçalves larga con el caballo al estilo brasileño, no como Osvaldo Alderete o Facundo Coria, que largan a lo cuadrero (empujan de movida). Con Facundo, Expressive Smart largaba cortado adelante, entonces Walter decidió llevarlo a la milla, que largara en la punta, y así ganó, guapeando”.

Criado en Firmamento y con una madre de la familia de ligeras como Soy Distinguida y Mi Quimera, su padre, un ganador del Carlos Pellegrini (G 1), se podría decir que completó el cruce que lo dejó en el medio. Esta vez, Expressive Smart salió como lo hace con Facundo Coria, que pudo serenarlo pero sin dejar la punta de la que fue dueño siempre. Luego, Amiguito Lunático (Todo Un Amiguito), que estuvo en el fuego desde el inicio, y Oppidum (Portal del Alto) que venía último, batallaron por el segundo puesto, que fue para el de Haras y Stud Don Nico, por media cabeza.


Joy Neverland y Martín Valle (con V de valiente)

En la 10ª carrera de la jornada, la encrucijada que deben resolver los jockeys cuando los espacios se encogen en las definiciones terminó en una elección acertada de Martín Valle en la montura de Joy Neverland (Fortify), lo que les valió el triunfo en el Clásico Blue Prize (2000 m), en el césped. Acertada y aguerrida determinación, después de que la puntera Che Silvina (Greenspring), con William Pereyra, empezaba a defender su liderazgo de 1500 metros de las atropelladas, en la recta final.

Joy Neverland, con uno de los más bajos pesos del lote (51,5 kg), había corrido no más lejos que tercero, por los palos, y su rival no estaba dejando lugar en esa línea, pero Valle mandó a su yegua por un corredor escaso al tiempo que Pereyra pegaba de zurda y alejaba a Che Silvina de la empalizada, tal vez para evitar el roce. Así, Joy Neverland pasó a 300 metros del disco y venció por cuatro cuerpos.

Para la defensora de la caballeriza La Raya fue debut clásico y victoria en esta prueba con armazón de handicap descendente, su quinta actuación, a los 4 años.  


STUD VHA
CITYSCAPE VOLVIÓ EL REINO UNIDO











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