domingo, 10 de octubre de 2021

La historia la escriben los que ganan, como Carta Embrujada, y a veces el que sabe perder agrega un capítulo, como Coco Valle

En el Gran Premio Selección (G 1), la yegua de La Leyenda sumó a su excepcional cartera de virtudes, la garra para superar por el pescuezo a Super Bijou, la yegua que despertó un gesto espontáneo y genuino en el director de Firmamento  



Storm Embrujada fue un pescuezo mejor en el final (Hapsa)

César Valle, Coco, tiene mil años de sabiduría en las carreras. Ni hablar en la cría de sangre pura de carrera, rubro en el que acaba de editar un libro que elogian sus colegas veterinarios, además los que saben mucho y los legos. Y tiene mil años de sensibilidad, de esos tipos que ponen los ojos vidriosos en automático, cuando la emoción lo embarga. Fue eso lo que lo llevó al podio del Gran Premio Selección – Copa Fundación La Salle Argentina (G 1-2000 m), cuando todavía no se habían entregado los premios, para saludar y abrazar a Alberto Stein, el propietario de Carta Embrujada (Storm Embrujado), que acababa de ganar por el pescuezo ante Super Bijou (Super Saver), en un espectáculo que puso en vilo a Palermo.

Antes que lamentarse por la derrota sobre el disco de la defensora de Firmamento, la organización que dirige hace décadas, o de buscar razones en otro lado que no fuera la pista, Coco prefirió el gesto espontáneo. Y Stein, que viene celebrando seguido con la mejor yegua de 3 años en la arena y sufrió como nunca ese desenlace apretado, que la puso al borde de una derrota que ella misma evitó con su enorme clase, lo abrazó él también, algo que seguramente hubiera hecho por sí mismo más tarde, en cuanto se lo cruzara.

“Nos ganaron y lo felicité”,  se ríe Valle, respondiendo a la admiración que despertó en uno, como diciendo ¿qué iba hacer? “No alcanzó a quebrarla, llegó ahí”, sigue, aunque se le comente que Juan Carlos Noriega, jockey de Carta Embrujada, aseguró que Super Bijou llegó a superarla por los 200. “Fue buenísima su carrera; en el Clásico Beazley fue a seguir a la puntera [Far Away Love, tercera a siete cuerpos ahora] y lo pagó, la despatarró. Ella galopa, galopa, galopa, puede dar dos vueltas y seguir prendida. Le ganó bien; viste cómo son las carreras. Rodrigo dijo ‘la perdí yo porque no fui a buscarla antes’, pero eso no se sabrá nunca”.

Con mencionar que la yegua de Firmamento pertenece a la familia de New Dandy (New Noble) sobra para reconocer de dónde viene su stamina. “Es nieta de la hermana de New Dandy –ganadora del Selección-; se la compramos a Clemente Lococo cuando liquidó su haras”, recuerda Valle, que aclara solamente a los efectos de que su gesto no quede como algo extraordinario, pero no puede evitarlo: “Yo no soy amigo de Alberto Stein; estoy con él en Criadores…”

Este espacio debió ser llenado por Carta Embrujada y la sensacional victoria en la que demostró “cómo son las carreras”, en palabras de Coco Valle. Se gana y se pierde. La única vez que perdió, en el Juvenile Fillies (G 1), la yegua de La Leyenda quedó a la cabeza de una de las mejores 2 años, Lindalevesolta (Super Saver) y si alguien pensó que desde ese día le quedó previa la materia Agallas, no dejó pasar la segunda oportunidad para demostrar de qué está hecha y aprobar con un 10.





















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