Far Away Love, el amor perdido que se convirtió en una alegoría dedicada al generoso padrillo Violence

 

Hapsa

La potranca de Rubio B., que pertenece a la última camada del hijo de Medaglia D'Oro en la Argentina, se mantiene invicta en dos actuaciones luego de imponerse en el Clásico Francisco J. Beazley (G 2) de punta a punta
 

 

“Vení, mirá”, llama el propietario, pulcro como siempre, de traje, pegado a la verja de Palermo para ver mejor la pantalla gigante del hipódromo de Palermo, que está mostrando de nuevo cómo Far Away Love (Violence) gana el Clásico Francisco J. Beazley (G 2-1800 m) de punta a punta, por cinco cuerpos, y se mantiene invicta en dos salidas. “Qué lástima que Violence se fue cuando mejor estaba dando”, se lamenta ahora el criador –pero el mismo hombre apasionado por el turf-, en un susurro para el cronista. Es la última camada del hijo de Medaglia D’Oro en las pistas aquí. “Remató en los 300, igual que en la anterior en 1200 m”, remata él a su vez al comparar con el debut de la potranca un mes atrás, en un trecho mucho más corto que esta distancia clásica.

Ricardo Benedicto celebró como si fuera el primer triunfo de Grupo 2 de su stud Rubio B. y su haras La Pasión. Lo mismo le pasó a Enrique Sauro, director de ambos emprendimientos ya tradicionales y jóvenes a la vez, que comentó: “Lo que pasa con Violence es que lo que siempre supimos, que iba a dar; llegó más tarde. Esta yegua ya tenía un físico extraordinario de potranca, le tuvimos una fe tremenda, se domó tarde, llegó al stud tarde y corrió en 1200 m porque no había carreras en 1400. Nos sorprendió a todos”.

-No hubo problemas físicos que la demoraran…

-No, se domó un poco tarde porque queríamos que se completara y que llegara a estas distancias. Es muy sana, bien adaptable al stud, estamos felices porque demostró lo que pensábamos, era una carrera muy difícil.

-Puede pasar que un padrillo no da en la primera temporada.

-Este dio en la tercera, hubo un año que los hijos buenos se lesionaron y además sus crías no tienen sanidad en el comienzo, pero a veces es la combinación de las madres. En Estados Unidos había pasado. Lo que es curioso es que da muchos alazanes (Violence es un zaino bien negro), por lo menos con nosotros. Dandy del Barrio es alazán porque su madre es alazana. Por suerte tenemos muchas crías que aún no corrieron y nos quedan muchas madres.

EL VALOR DE TETAZE

Carly Etchechoury empezó a trabajar en la tendida apenas Far Away Love bajó del camión. “Hoy no teníamos dudas por la distancia, porque tiene la familia de Blue Prize, madre Not For Sale -continúa el veterinario-, pero sí por el salto tan rápido en el tiro. La corrida había sido muy buena. Hablamos de correr la Polla pero estaba muy cerca y optamos por el Beazley. Es una yegua de mucha calidad, que no da problemas. Pienso que ahora va a pegar un salto enorme, con todo el derecho de correr el Selección y bien, por lo que hizo ahora. Estamos muy contentos porque es del haras y el stud, hay mucha gente atrás”.

La madre, Far Away Love, fue comprada por La Pasión en la liquidación de Arroyo de Luna, poco antes de que Not For Sale llegara a la ladrillera. “Esto da más ganas de seguir para adelante. Vos sabés lo que invierten Ricardo y Nicolás, que se merecen tener este tipo de animales. Pone todo para que se les dé pero a veces es difícil. Hay que trabajar todos los días para esto. En la pista, al jockey, Brian Enrique, se lo dejó decidir y ella tomó sola la punta”, explica Sauro.

Los padrillos que se suman en el relevo de Violence en La Pasión son Il Mercato, “el último hijo de Not For Sale ganador del Carlos Pellegrini”, cuyos primeros hijos nacieron este año, recuerda Enrique, y Governeur Morris (Constitution, por Tapit). “Estamos esperanzados en que van a dar con un plantel de madres que se va a ir imponiendo. Somos un haras joven, no tenemos tanto tiempo en esto y estamos dando batalla. Hoy contamos con 160 yeguas –de 290 que hubo hasta hace poco- para tener la calidad y estar más tranquilos. Esta mañana vendimos los últimos dos potrillos y el año que viene entran los Bodemeister”. Una de esas crías es hermana materna de la ganadora del Beazley.