En el clásico Jerry Honor, el consagrado velocista regresó al hipódromo porteño y después de cinco meses consiguió ganar, de nuevo con Brian Enrique, el jockey que en más carreras lo llevó al disco
Enrique y un mimo para el caballo que le dio ocho triunfos / Gza. Hapsa |
El gran
velocista está bien. Luthier Blues corrió como para darle la razón a Gonzalo
Sarno, su entrenador, el que con una sonrisa esperanzada, de alegría, aseguraba
que “hay Luthier Blues para rato, me parece”, poco después de que el defensor de la
caballeriza Kirby’s, de Azul, ganara una batalla durísima contra Racing Craf
(Mastercraftsman), al que doblegó por un cuerpo y medio en el Clásico Jerry
Honor (
No había
esta vez una multitud en las tribunas, ni estuvo en las gateras Labrado, el
potrillo que supo ganarle dos veces; tampoco se vio esa hinchada gigante que venía de
la ciudad donde entrenado para llenar de risas y gritos cada círculo de
ganadores de los diez clásicos consecutivos, que incluyeron cuatro Grupo 1. Los hubo, aunque entre la fecha y el clima dio la impresión de ser menos numerosa; incluso no se pudo ver a Walter Roldán, el propietario. Sí
estaba Brian Enrique, el jockey en nueve de esos triunfos, que regresaba a su
montura tras cuatro actuaciones en las que Luthier Blues llevó otros jinetes.
Le costó
ganar –ya suma 15 conquistas- porque se encontró con un rival que venía de
ganar por once largos en una temporada en la que venía invicto en dos salidas
de resurrección, precedida por más de dos años sin competir y que tuvo en las
riendas a Jorge Peralta, el jockey con el que Luthier Blues había debutado y
fue uno de los reemplazó a Enrique en aquella etapa algo confusa de 2022.
Sarno
comentó, en el raro momento que siempre se destina a la premiación pero que
esta vez estuvo huérfano de trofeos: “Estoy muy contento por todo lo que se
trabajó para que el caballo volviera al nivel en que estaba. Era una carrera
dura, Racing Craf había ganado muy bien y había que respetarlo, como a cada
rival. Pero como decíamos con mi papá –Gustavo, trabajan juntos- la carrera más
brava era con él mismo; todos los problemas que tuvo los superó.
-Esta vez estaba la hinchada más fiel en el
pesaje.
-Sí, vino
toda la familia, que está siempre y apoya en las buenas y en las malas.
-¿Qué pasó luego del Félix de Álzaga Unzué? (Resultó 4° tres cuerpos de Just On
Time).
-Había
sangrado un poquito, un problema de respiración, pero si analizamos la carrera
no fue tan floja porque llegó cerca contra potrillos de 3 años y él ya tiene 5.
Es cierto que le faltó esa explosión de los últimos
-¿Qué te pareció la vuelta de Brian Enrique?
-Estoy contento
porque lo aprecio mucho; con él ganamos en Azul con un caballo nuestro, cuando
empezaba, y yo tenía la espina de que volviera a correrlo; se lo pedí al dueño, Walter Roldán, que me dijo que sí y salió todo bien. Brian no había
podido correrlo por su compromiso –tiene contrato con Gran Muñeca-, después no pudo
volver hasta que hoy lo hizo con un triunfo.
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