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Afirmado por Calvente, Qué Tarde Gris controló la arremetida de Adorado Jim |
El defensor
de Tres Jotas logró su victoria más importante de la mano de Gustavo Calvente
en un bravo desenlace, a dos meses del fallecimiento de Juan José Caligiuri, su
criador y uno de sus propietarios
Siempre hay
algún motivo para las emociones en las carreras de caballos y en el Clásico 9
de Julio (G 2-
Una
definición que pocos metros antes del disco los tenía también a What A Man
(Mastercrafstman) y a Don Latido (John F. Kennedy) con expectativas, el primero
incluso había dominado por un instante,
hasta que aparecieron las atropelladas. Finalmente resultaron 5° y 6°, a dos y
tres cuerpos del ganador, respectivamente.
Qué Tarde
Gris entró al codo lejos del lote de seis rivales que se juntaron adelante, a
esa altura. Al inciar la recta, Concord (Remote) y Yak Sport (Glory Seattle),
los punteros previsibles, hicieron una diferencia, desprendiéndose del resto, pero
no pudiron sostenerse más que hasta los
Se ríe
Calvente cuando uno le pregunta de dónde vino para ganar el clásico. El
pergaminense había dirigido al defensor de Tres Jotas en el Estrellas Mile (G
1), en reemplazo de Francisco Gonçalves, y se le respetó la monta ahora. “Me gustaba
mucho para esta carrera porque estudiándola vi que había dos caballos punteros
como el de Aserito -Yak Sport- y el de Adrián –Concord- que es medio apurado, y
si el mío podía venir tranquilo sabía que arriba iba a tener caballo”.
Gustavo
recordaba que en el Mile, en Palermo, “no había tenido una buena suelta, largó
medio mal, pero después hizo una carrera buenísima (terminó 4° a menos de tres
cuerpos) y el cuidador me dijo que había quedado muy bien, así que le agradezco
que haya vuelto a confiar en mí”. Tenía razón Arnaldo Vigil, que le entregó al
jockey ese caballo voluminoso, de más de 500 kilos pero en forma para que
ganara un clásico de grado, su triunfo más importante.
La otra parte emocionante en San Isidro, la que no se veía pero más se sentía, fue el recuerdo de Juan José Caligiuri, fallecido hace dos meses, fundador de Tres Jotas con su socio Juan Cifuentes (sus hijos participaron de la premiación) y con Francisco Niso Ulloa, que se sumó a la sociedad y además es el veterinario del haras y del stud. Dijo Calvente sobre el criador: “Fue un hombre que aportó mucho a la actividad y la familia merece continuar”.
Camila, hija de Juan, recibió el trofeo del ganador, ayer. Parece que el apellido va a continuar en el turf y valdrá la pena contarlo en otro capítulo.
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