Journalism vs. Sovereignty: el Belmont Stakes no cerrará la Triple Corona con un héroe, pero el duelo de los dos mejores cubre la falta

 

Journalism en un ejercicio esta semana, en Saratoga / Adam Coglianese

Los ganadores del Preakness y el Kentucky Derby llenan la expectativa de la carrera, que por segunda vez consecutiva cambia Belmont Park por Saratoga y se acorta a 2000 metros, pero conserva la tradición, con los caballos entrando a la pista con “New York , New York” de fondo 

 

 Journalism fue criado para la Triple Corona. Para correrla y ganarla. De los 2/3 que se corrieron, fue 2° en un clásico de la serie, el Kentucky Derby (G 1 - 2000 m) y ganó el restante, el Preakness Stakes (G 1 – 1900 metros). Este sábado irá por el Belmont Stakes (G 1-2000 metros – 2 millones de dólares en premios), un cierre distinto del tradicional, porque será en Saratoga y en 2000 metros, reducido de sus 2400 metros originales por mandato del circuito que reemplaza a Belmont Park, que se encuentra en proceso de renovación. Ya el año pasado el hipódromo de Elmont, Nueva York, no organizó la carrera por ese motivo y también debió dirimirse en una distancia más corta, debido a la reducida extensión del óvalo de Saratoga Springs, Nueva York.

Es la 8ª vez que se achica la distancia a 2000 metros en la historia, que tuvo un hito inolvidable cuando bajó a 1800 en 2020, por la pandemia de COVID-19, que obligó a ubicarla a mediados de mayo, en el inicio de la Triple Corona, mientras que el Kentucky Derby (G 1) pasó al primer sábado de septiembre y el Preakness a octubre. Nunca el clásico selectivo más antiguo de los Estados Unidos había iniciado la serie para caballos de 3 años.

Y aunque no hay expectativa por un héroe de la Triple Corona, el enfrentamiento entre Journalism y Sovereignty, el ganador del Preakness, alcanza y sobra para sostener el interés. Aquel hijo de Curlin será el único de su generación que competirá en las tres pruebas de la serie y es el único ganador de dos Grupo 1 en la lista del sábado (también se impuso en el Santa Anita Derby).

El final de la segunda manga, en Pimlico, fue polémico, porque Umberto Rispoli, el jockey ganador, mandó a su dirigido haciéndose paso a la fuerza entre dos rivales. No hubo distanciamiento por la acción, pero sí una multa para Rispoli.

En el Kentucky Derby, en tanto, el desenlace había sido apretado, y Sovereignty ganó por un cuerpo y medio, tras dominar en los 100 metros finales. Godolphin, su propietario, decidió saltar el Preakness y correr el Belmont, entonces llega a Nueva York con más descanso.

Sovereignty también fue criado por la familia Maktoum apuntando a los clásicos de la Triple Corona. Por mencionar un solo dato, aunque potente, es hijo de Into Mischief (Harlan’s Holiday) y a su vez padr ya de tres ganadores del Kentucky Derby: Authentic y Mandaloun son los restantes. Hay apenas otros cuatro padrillos en la historia del turf estadounidnse que acreditan esa marca.

Su entrenador, Bill Mott, quien preparó al notable Cigar (Palace Music) en los 90, asegura que dejar lapsos prolongados sin competir entre grandes carreras ofrece un mejor porcentaje de triunfos. “Da más posibilidades de recuperar un caballo que tuvo una dura competencia”, dijo. “Igual, es difícil juzgar cuándo un caballo está listo tras un esfuerzo significativo”.

La revista The Blood-Horse indicó que desde 2000 se registraron 14 ganadores del Belmont que corrieron el cotejo con 5 semanas de intervalo. Claro que ese no es el espíritu de la selección en la Triple Corona, si se pretende ganarla: la demanda histórica exige dos semanas entre el Derby y el Preakness, y tres desde éste hasta el Belmont.

Journalism viene de vencer por medio cuerpo una carrera con inusual esfuerzo y su cuidador, Michael McCarthy, ha tenido éxito con paréntesis de tres semanas entre carreras sobre pista de arena en los últimos cinco años. “Todo depende del caballo; nos fue bien esperando más tiempo o actuando más pronto y Journalism come muy bien, tiene vigor, parece que siempre está listo”.

El caballo que fue criado por el haras Don Alberto, de Carlos Heller, en Kentucky, y pertenece a un grupo de propietarios asociado al productor chileno, irá por el triunfo consagratorio, una vez más.