viernes, 18 de octubre de 2024

Ignacio Correas le dio tiempo a Nanda Dea y el resultado fue otro debut con éxito, que tuvo una tribuna especial en Santa Inés



El espectacular remate de la yegua argentina / Coady Media - Keeneland  


La Mejor Millera del año pasado aquí se impuso en una condicional en Keeneland y amplía la expectativa sobre su campaña futura en los Estados Unidos; en el haras donde nació, la carrera fue seguida por una audiencia reunida en el Museo de Invasor

 

El debut de un caballo entrenado por Ignacio Correas en los Estados Unidos duplica la expectativas que se lleva desde la Argentina, donde se hizo clásico. Por eso uno no se sorprende de tanta repercusión y devoluciones que le llegan después de subir a las redes la noticia de la victoria de la yegua de Santa Inés, en un allowance de 1700 metros, sobre el césped de Keeneland, donde es entrenada por el profesional argentino.

Tras correr a la expectativa hasta el segundo codo, la hija d Fortify desató su atropellada en el derecho y aventajó por dos cuerpos y un cuarto a Quality Star (Animal Kingdom), con Jose Ortiz en las riendas. Corras comentó la carrera luego, en Obejtivo Breeders’ Cup, el programa de Youtube con los periodistas Mitagstein, Núñez, Obregón y Juan Carlos Feijoó.

“A Nanda Dea le di todo el tiempo del mundo, nunca tuve presión, siempre hice lo que era mejor para ella. Hay caballos que necesitan tres o cuatro carreras en estados Unidos para estar bien, como Blue Prize; también uno necesita verlos en carrera para saber qué se tiene que hacer; algunos son más fáciles de leer”, explica Nacho.

“También está el hecho de que es muy diferente lo que hacían en la Argentina; o venían muy atrás o corrían adelante. Le Da Vida –yegua chilena por Gemologist-; corría adelante y con anteojeras; acá corre de atrás y sin careta. Hay que cambiarles el estilo un poco. Quizá Blue Prize fue la que más me costó en ese sentido”. Con esta notable yegua argentina, el preparador ganó la Breeders’ Cup Distaff (G 1).  

Jose Ortiz le contó a Correas que Nanda Dea corrió relajada salvo cuando el jockey  apretó las piernas para ver qué tenía “y casi lo sacó de  la montura, entonces volvió a serenarla. Hubiera ganado mejor si no la apretaba de nuevo”, me dijo.  

Lo que viene está en el Tratado de  Campañas según Ignacio Correas (ya no es sólo un manual): “Ahora la vamos a ir subiendo –en exigencias- de a poco y el año que viene buscaremos el mejor escenario comenzando la primavera, y que vaya ganando en confianza. Todo es tiempo y paciencia. Lo que normalmente pasa es que el segundo año es mejor”.

Una tribuna en el Museo de Invasor

La cabaña de Sandro Miserocchi en Capitán Sarmiento sirvió para un encuentro entre el anfitrión y sus invitados, que celebraron el éxito de Nanda Dea en Lexington, Kentucky. El entrenador Enrique Martín Ferro, contó algunos detalles:  “El debut de Nanda Dea coincidió con que estábamos en el haras Santa Inés celebrando el triunfo de Nanabush en la Copa Diamante (G 1), del sábado pasado. Teníamos una gran expectativa porque sabíamos por Ignacio que andaba muy bien, con una gran preparación y ejercicios sobresalientes. Por supuesto que respetábamos el debut, los diez meses de inactividad, el cambio de escenario, los dos codos, pero todo lo superó con una gran calidad y su nivel. Creo que de ahora en adelante seguirá creciendo en las manos de Ignacio, un gran hacedor de campeones”.

Quique destacó el grupo de asistentes: “Raúl Segovia, encargado de la cuida en el haras (fue encargado de Santa María de Araras en ese mismo campo); Brian Boffo, manager y veterinario de Santa Inés; Fernando Montero, veterinario del stud, el doctor Grondona, mi hermano Carlos, Tomás Comaleras y Joe Nelson”.

























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