¿A quién le importa el hipódromo de La Plata?

Es una incógnita cuándo se volverá a dar una orden de largada en el Bosque

Tras los paros dispuestos por la Asociación Unificada de Jockeys y Cuidadores el martes pasado y hoy, no hubo avances en la situación por lo que el gremio que maneja Matías Ferreyra podría obligar a que también la reunión del domingo próximo sea cancelada

Por lo pronto, a los que ganan su sustento con él, a los trabajadores. Al resto parece que no les interesa tanto. “El hipódromo se sostiene con el erario público para los sueldos, los premios. Está subsidiado por el Estado provincial”, dicen cerca de los despachos oficiales. Lo que no dicen es que ese mismo Estado se queda con las recaudaciones terminada cada reunión y también con el fondo de reparación, que no le corresponde porque una ley vigente hace 20 años ordena que esa suma que sale de un porcentaje de las ganancias de los bingos bonaerenses se destine a los cinco hipódromos bonaerenses (entre otros “beneficiarios”).

Sin embargo, los profesionales se pegan un tiro en los pies al extender el conflicto, vaya uno a saber si es por la puja entre los dos gremios platenses o porque descreen de todo lo que se argumenta desde Lotería provincial y la Administración del Bosque. O por una simple demostración de fuerza, que ya está, ya la hicieron. Tienen motivo para desconfiar, claro. Los cajones oficiales rebalsan de promesas incumplidas, como las del arreglo de la empalizada y la puesta en funciones del cromatógrafo de la Universidad de La Plata para que no se dependa del laboratorio de San Isidro. Y Gonzalo Atanasof, el presidente del instituto del juego que reemplazó a Omar Galdurralde, todavía “no tiene firma” para la toma de decisiones.

 Mariano Cowen, administrador del hipódromo, alega que sin las oficinas funcionando no se pueden pagar los premios. “Tenemos el 2 y el 5 de diciembre para pagar y 7, 10, y 12 ya se liberaron por el control de doping -, pero con la medida de fuerza no se puede cumplir”. Increíble, no funciona la Tesorería. ¿Pero el paro no era de jockeys y cuidadores, que por otra parte salen a trabajar cada mañana de ensayos? Lo mismo aduce sobre el incremento en los premios: “Es imposible gestionar un aumento con la actividad frenada, sin generar recursos”.

Cowen omite decir que la demora comienza con el envío de fondos por parte del Ministerio de Economía provincial, la primera estación en este sistema absurdo, en el que la burocracia estatal se mete en un convenio entre dos actividades privadas (los bingos y los hipódromos). Sobre el laboratorio trascendió: “Se estima que para febrero estará funcionando el equipo propio, que evitaría enviar las muestras a San Isidro”, de acuerdo con lo que informó el proveedor del mantenimiento. Y respecto de la infraestructura, la administración hace un resumen de lo que hizo pero no adopta un compromiso para la reparación de la empalizada, que en algunos sectores recibieron trabajos muy parciales, solventados por los magros fondos del hipódromo.  

En cuanto a los reclamos de mejor atención de los jinetes accidentados en el hipódromo, las autoridades aclaran que con el Hospital Español no había convenio, y que la póliza de seguro se superó con el accidente de Octavio Arias en junio pasado (fractura de clavícula). La administración de la provincia, que prometió poner en valor al Bosque, según una orden que había impartido el gobernador Axel Kicillof, pide que todos los profesionales sean atendidos por el sistema público.

Matías Ferreyra, titular de la Asociación Unificada de Jockeys y Cuidadores está decidido a extender la huelga incluso en la reunión del próximo domingo 7. Desde el comienzo del conflicto se sabe que hay voces disidentes, como la de la Unión de Profesionales del Turf que encabeza Matías Guzmán, que ya para la reunión del martes pasado contaba con varios de sus afiliados que querían trabajar. Las entidades de propietarios de Buenos Aires y de La Plata también se manifestaron en contra de la medida de fuerza por los gastos y el lucro cesante que implica.

La Plata es de todos, se declama, pero en estos días no es de nadie.

riano Cowen, administrador del hipódromo, alega que sin las oficinas funcionando no se pueden pagar los premios. “Tenemos el 2 y el 5 de diciembre para pagar y 7, 10, y 12 ya se liberaron por el control de doping -, pero con la medida de fuerza no se puede cumplir”. Increíble, no funciona la Tesorería. ¿Pero el paro no era de jockeys y cuidadores, que por otra parte salen a trabajar cada mañana de ensayos? Lo mismo aduce sobre el incremento en los premios: “Es imposible gestionar un aumento con la actividad frenada, sin generar recursos”.

Cowen omite decir que la demora comienza con el envío de fondos por parte del Ministerio de Economía provincial, la primera estación en este sistema absurdo, en el que la burocracia estatal se mete en un convenio entre dos actividades privadas (los bingos y los hipódromos). Sobre el laboratorio trascendió: “Se estima que para febrero estará funcionando el equipo propio, que evitaría enviar las muestras a San Isidro”, de acuerdo con lo que informó el proveedor del mantenimiento. Y respecto de la infraestructura, la administración hace un resumen de lo que hizo pero no adopta un compromiso para la reparación de la empalizada, que en algunos sectores recibieron trabajos muy parciales, solventados por los magros fondos del hipódromo.  

En cuanto a los reclamos de mejor atención de los jinetes accidentados en el hipódromo, las autoridades aclaran que con el Hospital Español no había convenio, y que la póliza de seguro se superó con el accidente de Octavio Arias en junio pasado (fractura de clavícula). La administración de la provincia, que prometió poner en valor al Bosque ahora, pide que todos los profesionales sean atendidos por el sistema público.

Matías Ferreyra, titular de la Asociación Unificada de Jockeys y Cuidadores está decidido a extender la huelga incluso en la reunión del próximo domingo 7. Desde el comienzo del conflicto se sabe que hay voces disidentes, como la de la Unión de Profesionales del Turf que encabeza Matías Guzmán, que ya para la reunión del martes pasado contaba con varios de sus afiliados que querían trabajar. Las entidades de propietarios de Buenos Aires y de La Plata también se manifestaron en contra de la medida de fuerza por los gastos y el lucro cesante que implica.

La Plata es de todos, se declama, pero en estos días no es de nadie.