Criar para correr con lo propio: Adrián y Nahuel Dodera tienen "la fórmula" y se dan el lujo de repetir en el Clásico Kemmis

 

Los criadores y propietarios de Concepción del Uruguay produjeron a Weiba y ahora corren con El Porfeado, el invicto hijo de la única yegua que poseen y ganador como aquél del tradicional clásico para potrillos de 2 años de Palermo

William Pereyra apenas trabajó para que el hijo de Emperor Richard no se echara adentro / Gza. Gustavo Duprat

Adrián Dodera y su hijo, Nahuel, tienen la solución para el “problema” de ganar carreras con caballos propios desde el origen: crían con pocas yeguas madre y se quedan con el poducto. Hasta hace poco había dos progenitoras en su campo, ahora quedó una y es la que le dio a El Porfeado (Emperor Richard), ganador del Clásico Guillermo Kemmis (G 3-1000 m) e invicto en dos salidas. Él mismo lo cuenta:

“Criamos así. Teníamos una yegua, By Starlight, la madre de Weiba (Portal del Alto), y ahora tenemos solamente a Danza Griega, que es la madre de El Porfeado”, detalla. El dato es que la yegua se especializa en ganadores de ese clásico de la recta para potrillos de 2 años: Weiba también se quedó con el Kemmis, en2021. “Estamos criando en Rosario de El Tala, con Alejandro Rossi, y tenemos a un hermano más chico de El Porfeado, que se llama Don Pachiri (por Glory Seattle). De dos yeguas sacamos caballos buenos (se ríe Dodera); hace años que tenemos caballos pero no de tan buenas sangres”, continúa el relato.

“Estamos en un campito a 35 km de Concepción, en Colonia de las Achiras, y cuidamos nosotros. Corremos solamente acá, en Palermo y San Isidro; estos dos no los corrimos en otro hipódromo. Mauro Linares los entrena en el hipódromo de Concepción del Uruguay, los amansan ahí mismo”.

El Porfeado mostraba desde los primeros ensayos que corría mucho. Y el viernes en Palermo continuó la tendencia dominando de principio a fin, esta vez con William Pereyra en la montura en lugar de Francisco Gonçalves -tenía compromiso para montar a Marcocho (Daddy Long Legs), finalmente tercero-, que lo montó en el debut; Pereyra solo pegó ligeramente de zurda para que el defensor del stud La Bianca parara su tendencia a cerrarse y superara a Emmozonito (Emmanuel) por tres cuerpos.

-Qué lindo ganar así, con un caballo criado e hijo de la única yegua que poseen.

-Por eso lo gritamos tanto (se vuelve a reír Adrián, aunque en realidad uno piensa que nunca dejó de sonreír en la charla). Y ahí tenemos al otro, lo estamos criando con mi hijo Nahuel.

-La madre tuvo su campaña…

-Sí, tiene buen pedigree Danza Griega, una Sebi Halo ganadora de dos, pero en una fue distanciada porque  molestó. Esta es su primera cría, tiene dos por ahora. Está medio remolona, no quiere quedar preñada, así que insistiremos en agosto. 

-¿Cuánto tiempo tienen de viaje desde Concepción?

-Más o menos 4 horas. Nosotros venimos en otra camioneta, con mi señora y mi yerno.

Se nota. Hay una barra en la foto del círculo de ganadores y la premiación. “Ahora hay que seguir corriéndolo”, dice Dodera sobre lo que viene, como si no hubiera remedio. “Es muy pronto para saber si va a correr más distancia. Hay que ver que es nacido en septiembre, es nuevito, 2 años y 4 meses. Hay que llevarlo despacito”.

El Porfeado, así, escrito con ‘e’ en vez de ‘i’, hace recordar el caso de American Pharoah, el héroe de la Triple Corona estadounidense que en realidad debió ser ‘Pharaoh’, faraón en inglés, pero alguien lo escribió mal o lo dictó mal. En el caso del ganador del Kemmis, la razón por la que no es ‘Porfiado’ está en el registro del Stud Book, donde ya había dos homónimos, ninguno con actuaciones de pista. Que siga porfiando nomás.