El potrillo estaba entre los ofrecidos por el haras La Numancia, pero la selección del entrenador fue a un rumbo distinto; luego, la muerte del caballo elegido, tras un accidente, llevó a este ganador del Clásico Criadores Argentinos al stud Pancho R. X., que disfruta de su notable velocidad, en La Plata
Kevin Banegas resultó fundamental para serenar al potrillo / Gentileza Gustavo Duprat |
A veces el
turf da revancha. Muchas veces. Como tantos deportes. La frase viene a cuento
porque Paraná Miní (Winning Prize), un potrillo de 2 años, ganó el Clásico
Criadores Argentinos del Sangre Pura de Carrera (L-
Carlos Domingo, el entrenador, relata: “Corre como un loco. Fui al haras
La Numancia con el propietario del stud Pancho R. X., que nunca había comprado
un dos años, y nos mostraron cinco potrillos. Elegimos dos Safety Check, y al
poco tiempo me llama Fernando Gutiérrez para decirme que uno se descaderó y lo tuvo que sacrificar”.
Gutiérrez es veterinario y dueño de La Numancia, donde Domingo antes había
comprado a Jobetto, y ahora a Ganas de Correr, otros dos hijos de Safety Check.
El titular del haras tuvo un gesto que el cuidador resalta. “Como ya me
compraste varios –le dijo- te aviso que
me queda este potrillo”. Ese potrillo, que Domingo había descartado entre
aquellos cinco que le mostraron porque “era finito, liviano”, es Paraná Miní,
el que estaba para quedarse un rato más en un campo de la cabaña y al que un
hecho fortuito llevó a un stud. “Si lo hubieras visto hace un año, hoy no lo reconocerías”,
enfatiza Carlos.
Paraná Miní pesó
Kevin solo tuvo que serenar a Paraná Miní en el comienzo. En la recta,
cuando el zaino soltó amarras, se alejó sin apremios hacia el disco. Ni Antiguo
Amigo (Daddy Long Legs), ni el favorito Alrededor del Sol (Angiolo), que había
ganado las tres que corrió en el Bosque y terminó 3° a un largo y medio del
escolta, pudieron inquietar al ganador.
Puede ser que para Carlos Domingo también este momento sea una especie
de desquite o de redención quizá, porque purgó 4 años de una suspensión que le
dictó el hipódromo de La Plata y que terminó hace una semana, por el uso del
estimulante estricnina. Él dice que un video mostró al peón en una situación
confusa, pero nunca pudo validarlo ante las autoridades, entonces decidió
alejarse de todo, y destaca que Mónica López, propietaria de Sta. Elena, quiso que
siguiera entrenando sus caballos, aunque no pudiera presentarlos en la competencia.
El stud Haras Dilú también era su cliente por entonces. Durante la sanción, su
hijo Martín figuró en los programas.
“Este año debuté tres potrillos de 2 años y gané con dos”, quiere
destacar el entrenador, para dar vuelta la página. El otro ganador que menciona
es Código Postal (Seek Again), ganador por medio cuerpo en su estreno en
Como su potrillo, Carlos Domingo vive una especie de revancha; en su
caso, por los años en blanco en su campaña. Para eso, se juntaron los dos
caminos, salvando las circunstancias de cada uno. Uno, con más kilos en su físico
y “corriendo como un loco”. Domingo, reanudando una trayectoria que sabe que debe
ser recordada por los triunfos, no por las sanciones.
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