El defensor de Tinta Roja vivió cambios de entrenador y un percance importante en el Gran Premio Joaquín de Anchorena (G 1) hace dos semanas, pero con su victoria en el Clásico Invasor (G 3) parece augurar un gran 2023
El cómodo final del tordillo, con Wilson Moreyra en postura / Gza. Gustavo Duprat
La historia
de Zillion Stars (Cityscape) tiene aristas que si uno hace un gráfico de la
campaña va a mostrar un serrucho, arriba y abajo. La victoria en el Clásico
Invasor (G 3-1400 m),
en San Isidro, será un momento alto en su foja de servicios, cuando sus
zancadas le valieron supeerar a Mr Neil (Valid Stripes), un ganador de una, por
cuatro cuerpos, son sobrado resto, dio la impresión.
Justo
cuando estaba ingresando en otra etapa buscando volver a ser aquel ganador de
Grupo 1 de 2021, con su cuidador original –la etapa de Pablo Sahagian había
sido buena, de todas maneras- vivió un percance hace dos semanas, en el GP Anchorena
(G 1), cuando Eulario rodó cerca suyo y obligó a Wilson Moreyra a sofrenar y
esquivarlo, con lo que perdió toda chance.
Zillion
Stars había regresado a la caballeriza de Jorge Mayansky Neer y esta es su segunda
actuación desde entonces. “Los Brunasco [Jorge y Lucas, los propietarios] son
una familia de la que soy amigo y estas cosas –los cambios de opinión- son
circunstancias de las carreras. Para mí es un orgullo volver a entrenarlo con
el mismo equipo, en el que quiero mencionar al veterinario, Sebastián Mangas,
que ha trabajado mucho con Zillion Stars y me pone muy contento el hecho de que
el caballo esté en un nivel espléndido”, cuenta el entrenador.
Jorge ofrece
un detalle como para demostrar que el tordillo estaba en forma para competir en
tan corto lapso: “En el Anchorena rodó uno delante de él [el mencionado Eulario]
y casi se cayó, por eso lo corrimos de nuevo medio al toque, cosa que no suelo
hacer. Es un caballo bárbaro, el ideal, pesa 474 kg, más lindo no puede
ser. Y andaba extraordinario”.
Ya que
recordó el incidente del 17 de diciembre, cabía consultar al entrenador por la
pista, que parecía estar mejor ayer que entonces. “El césped lo vi bien, mejor
que el día del Pellegrini”, opinó.
¿Cómo sigue
ahora con Zillion Stars, se le pregunta. “Ahora a disfrutar. Quiero aprovechar para
desearles un gran año a todos tus lectores, que tengamos un año para mejorar
muchas cosas en las que estamos fallando y que el turf siga para adelante y nos
juntemos todos”.
El caballo de Los Irlandeses ganó el Clásico Clausura (G 2) por siete cuerpos, una contundente manera de demostrar que puede asombrar también en 2000 metros, la distancia que lo espera en las mejores carreras de 2023, en la arena, por supuesto
Gonzalo Borda manejó el ritmo como mejor le vino a Malibu Spring /Gza.Prensa La Plata
Aquel deseo “buen fin y mejor principio” podría
adaptarse, en el caso de Malibu Spring (Greenspring), para augurarle un mejor
2023 que lo que fue este 2022 que termina y que el defensor de Los Irlandeses
cerró invicto en 7 actuaciones. Sensacional y difícil de repetir. Hay dos Grupo
1 en esa lista, que en total alcanza las ocho conquistas en nueve salidas.
Ayer, el caballo entrenado por Marcelo Sueldo ganó
el Clásico Clausura (G 2 - 2000
m), su primera incursión en los dos kilómetros, con otra
de las actuaciones que fueron moneda corriente en la temporada, tranquila en el
comienzo de la carrera y contundente cuando Gonzalo Borda soltó amarras.“Lo importante era que no tomara vuelo el de
Jorge Mayansky Neer, por eso lo fue a buscar en el opuesto”, dijo Sueldo, pero esta
vez, como casi nunca, no era cuestión de táctica en el desarrollo, para ganarle
a Malibu Spring.
“Llegó bien, le ganó a un referente de La Plata
(Lagarto Boy), que venía de entrar segundo en el Dardo Rocha”, agrega Marcelo. “Quiero
llegar bien al República Argentina -se corre el 1º de mayo-; va a tener rivales
más fuertes el año que viene”, analiza el cuidador. La pregunta sobre si se
quedó con ganas de correr el Gran Premio Joaquín de Anchorena (G 1-1600 m) hace diez días, es
retórica. Ya se sabe que las dolencias en las manos suponen un riesgo para correr
en el pasto.
“Malibú Spring tiene lesiones importantes y el
césped de San Isidro está muy duro, sobre todo por la falta de lluvia. Muchos
caballos llegaron doloridos el día del Pellegrini”, recalca Sueldo, por si
quedara alguna expectativa de que el caballo criado en el haras Vikeda haga
algún intento sobre el terreno verde.
Y
sobre el futuro, aseguró: “Lo importante para todos es que seguirá habiendo un
competidor notable para 2023”.
Para todos menos para sus rivales.
Tributo a los campeones
El hipódromo de La Plata nominó todas las carreras condicionales de ayer
con los nombres de los futbolistas de la Selección Argentina que logró el Campeonato
del Mundo en Qatar, en un tributo que incluyó a los jockeys, quienes posaron
con una bandera alusiva.
El defensor de S. de B. y el que llevó los colores de J. C. V., sostuvieron un cabeza a cabeza que no tuvo pausa desde la largada, y que el dirigido por Wilson Moreyra inclinó en su favor ante el de Juan Cruz Villagra en el último movimiento
Faltaban
126 horas para que 2022 finalizara cuando en el hipódromo de Palermo se largó
la carrera del año. El calendario esperó hasta su última semana para que el turf
alcanzara su máxima expresión. Esta vez no fueron los nombres, los valores o
los grados de un clásico los que hicieron la diferencia, sino apenas dos
caballos, Balsamic (Equal Stripes) y Galán Galés (Expressive Halo), que no
querían rendirse en esos dos minutos y medio que sus jockeys, Wilson Moreyra y
Juan Cruz Villagra, convirtieron en una pelea callejera por momentos, y en una
partida de ajedrez, en otros. Y el clásico Ayacucho se volvió extraordinario,
inolvidable.
Ganó Balsamic por un hocico que nadie se atrevió a adivinar y casi todos
habían visto, para un lado o para el otro, mientras flameó la bandera verde.
Cuando se esperaba que alguno flaqueara o sacara una ventaja, como se puede augurar
en una carrera de tamaña extensión, el cabeza a cabeza perduraba, firme como
los dos caballos y sus dos jockeys. Como el favorito y enemigo que eran. Eso
que caballos y jinetes suelen reservar para los tramos decisivos, estos cuatro
colosos lo sostuvieron durante 2500 metros.
Ante semejante manifestación de coraje y fuerza, parece demasiado pueril
mencionar con qué antecedentes llegaba cada uno, pero se impone decir que
Balsamic venía de ganarle por la cabeza a Super Inter en un Listado de 1800 metros. Ya está
curtido en finales que solo la foto dirime. Y que Galán Galés había ganado por
quince cuerpos en su última actuación, en estos mismos 2500 m de Palermo. También se
trató de un Listado.
Por eso es bueno que Moreyra explique por qué quedó primero, si es que
puede: “Balsamic ganó una carrera soñada, un cierre de año espectacular con el
caballo de J. C. V. (había dicho Mamina y se corrigió, un poco amargado por lo
que rodeó a este stud, suspendido tras el Jockey Club). Fue una carrera muy
dura, por eso es muy lindo ganar en esta distancia”. Mientras pasaba caminando
hacia las gateras, Wilson le dijo al cronista, que observaba el paseo: “Acá está
tu caballo”. Pero no estaba dateando, sino recordando una crónica de Turf Class
en la que se elogiaba a Balsamic.
-¿Cómo se explica un desarrollo así?
-Era un
mano a mano, sin desmerecer a ningún rival. Así que veníamos los dos cómodos,
Juan por afuera sin poder ponerlo a correr y yo por dentro. Me dio un par de caballazos pero no fueron para reclamar,
fue una circunstancia de carrera. Él es un caballero corriendo.
-¿Por qué Villagra no pudo pegar?
-Se le
echaba para adentro; incluso su caballo terminó manco. Gracias a Dios me tocó
ganar a mí. Me dejó muy contento.
-¿Cómo fue tu año?
-Fue muy
bueno, lástima que en el Unzué se me
escapó Labrado; llegaba con los 10 puntos, pero bueno, son cosas que pasan.
Este deporte tiene revancha. He ganado muchas carreras con la gente que cree en
mí.
Así fue. Esa circunstancia empañó
el cierre del año de Wilson Moreyra, pero no todo el ejercicio, que lo culmina séptimo
en la estadística por sumas ganadas. Quizás, antes de brindar en Año Nuevo,
recordará que sobre la despedida del Año Viejo ganó una carrera memorables.
Ramón Ferrer, veterinario de la época más fructífera del inactivado haras de Pilar, estuvo el sábado en San Isidro, donde vivió el triunfo del potrillo y comentó acerca de un pedigree que refleja una impronta de velocidad que está vigente
Ramón Ferrer (saco beige), comparte la copa con Antonio Bullrich (der.) /HSI
La memoria
cercana se movilizó el sábado del Gran Premio Carlos Pellegrini, con nombres
fuertes que resuenan y van a seguir resonando por obra y gracia de la genética
de los sangre pura de carreras argentinos. Uno fue Joy Neverland (Fortify),
ganadora de la Copa de Plata (G 1), criada en el desaparecido haras La Biznaga.
Otro, Just On Time (Hurricane Cat), héroe del Gran Premio Félix de Álzaga Unzué
(G 1-1000 m),
nacido en El Mallín, de Antonio Bullrich, con una madre de otro establecimiento
en extinción, La Quebrada, donde fue concebido.
Ramón Ferrer fue uno de los veterinarios del haras de Pilar/Gral. Rodríguez
en los años de mayor éxito de la cabaña de los Ceriani Cernadas y estuvo en el
estrado de premiación. “Me acuerdo de que Linda Baby se vendió en la
liquidación de La Quebrada en 2017. Es una hija de Salt Lake de la familia de
Lindeza, una ganadora –dos triunfos- muy linda, zaina oscura, de mucha
clase, como todas las Salt Lake. Debe de haber sido una de las yeguas caras del
remate”, describe.
--¿Por qué figura La Quebrada como criador, en
el Stud Book?
-La compró
Antonio y justo con esta cría, Just On Time, no se llegó a tiempo para hacer la
transferencia, entonces quedó como criador haras La Quebrada; podría ser una
crianza compartida, pero el propietario es Antonio. Tiene un hermano entero, que
está por entrar a cuida. La genética de La Quebrada sigue dando que hablar
donde esté.
-¿Extrañás el haras?
-Sí, se
extraña. Igual creo que es una etapa que tuvo su tiempo y el equipo con el
doctor Horacio Houssay, Marcelo Canónico, Horacio Berrotarán, Mariano Houssay y
todos los que trabajábamos allí vivimos algo difícil de repetir. Una época dorada
de La Quebrada y del turf.
-¿Qué padrillos estaban en La Quebrada cuando
empezaste?
-Salt Marsh y Logical, los dos dieron ganadores de la Polla de Potrillos
y de Potrancas. Después Southern Halo, Luhuk, Mutakddim y todos los que
vinieron, los últimos fueron Grand Reward, Indygo Shiner, Endorsement… Los
entrenadores también se destacaban, Carlos Zarlengo en Palermo y Pochi
Etchechoury en San Isidro.
Ramón sigue vinculado con la actividad, ahora trabajando en Chinfield. “Es
un laboratorio de productos veterinarios especializado en caballos, de origen
nacional, soy co-director técnico y Juan Carlos Sosa es el director. Visito los
haras y los studs, y estamos muy presentes en Medio Oriente, Dubai, Emiratos,
Qatar, Bahrein, Kuwait”, cuenta Ferrer. Y amplía: “Es una PYME argentina que
anda muy bien, está por cumplir 60 años. Se hacen productos reconocidos en el
polo también”.
Inevitable. La tarde de la final de San Isidro y sus cuatro Grupo 1 les
dieron lugar a pedigrees ilustres, que no dejan de verse en los ganadores en
las pistas.
Después del triunfo de The Punisher en el Carlos Pellegrini, con el que repitió el jockey y el propietario de Village King, y el de Joy Neverland en la Copa de Plata, el entrenador basó el éxito en que tiene gente "brillante" en cada stud y que por eso este año se ha sentido "muy cómodo" en la tarea diaria aún, con la numerosa caballada que le confían
Dany y su copa, rodeado de Juan Villar Urquiza, Gustavo Posse y Diego Zavaleta /HSI
Van cuatro.
Dos palabras que son pregunta y respuesta para Carlos Daniel Etchechoury, la
figura de la tarde del Carlos Pellegrini por el peso de sus dos victorias de
Grupo 1. La tarde en la que ganó su cuarto Carlos Pellegrini (G 1-2400 m), cuando el sorprendente
The Punisher (Cityscape) venció por ¾ de cuerpo al admirable El Musical (Il
Campione). [Las discusiones sobre cuál es el mejor 3 años de la temporada los
incluyen a ambos y suman a Niño Guapo (Catcher in The Rye), el ganador del
Nacional que ayer pareció decir que lo suyo está en la pista de arena, pues finalizó 7°].
Claro que también fue un gran día para Rodrigo Bascuñan, el jockey que obtuvo su primer Grupo 1 con Just On Time (Hurricane Cat) en el Félix de Álzaga Unzué (G 1-1000 m); para el equipo de Satu (Catcher in The Rye), el invicto que hizo su estreno clásico llevándose el Joaquín de Anchorena (G 1-1600 m) en tiempo récord, y para Joy Neverland (Fortify), asombrosa dueña de la Copa de Plata (G 1-2000 m).
Dany Etchechoury
ya había festejado en la máxima carrera de América del Sur con Fire Wall en 2004, Life Of Victory en 2008, y Village King
el año pasado. “De Ángel de Venecia no te van a echar nunca”, dice uno
bromeando, por el doblete consecutivo. “Le voy a renunciar yo”, responde el
entrenador en el mismo tono, un rato después de ver cómo The Punisher
-Al menos a mí, me sorprendió –le decimos-.
-Había
corrido bárbaro el Jockey Club (G 1) y había tenido un bajón. Siempre lo
tuvimos en un concepto tremendo. Solamente me sorprendió la manera, porque los
venía pisando, y cómo entró al derecho. Se hizo una carrera lenta y a él lo
favoreció porque tiene una muy linda brazada, venía cerca y esta vez se dio,
hoy estaba espectacular.
-Lleva una campaña corta, tenés un caballo
entero para 2023.
-Le faltaba
madurar, tuvo cositas de potrillo, pavadas. Habíamos decidido dejar pasar
algunas carreras para venir acá. (The Punisher nunca compitió en la arena de
Palermo, por caso).
-Y otra vez hablamos del jockey, como hace un
año.
-Aquella
vez estaba recién contratado por El Ángel de Venecia. Martín le tenía una fe
bárbara.
-Parecía que a Irwin no lo alcanzaban más…
-Estuvo muy
astuto Martín, que se dio cuenta de que no venían tan ligero y lo fue a buscar.
Además, este caballo ayuda mucho.
LA SALUDABLE JOY NEVERLAND
Del doblete
2021-2022 al doblete del 18-12-2022. La otra victoria grande en la tarde del sábado en San Isidro para Etchechoury fue con Joy Neverland, en la Copa de Plata Roberto Vasquez Mansilla (G 1-2000 m). La defensora del stud La Raya superó por tres cuerpos a Milagrosa Sureña (Try Twice) en 1m56s69/100, tiempo que quebró por 12/100 el récord que Didia estableció en esta carrera, hace un año. Brian Enrique brilló en la montura de una yegua que gambeteó a todas las rivales que se encontró, y todo por dentro.
"Ella sí fue una yegua
problemática, con sus cosas en las patas", comenta el cuidador, siguiendo el hilo que empezó con The Punisher. "Le pusimos un cáustico, fue al campo,
volvió y hoy estaba 10 puntos; fue la primera carrera a la que llegó con los 10, y lo demostró.
-¿Entonces no te sorprendió?
-Me
sorprendió hasta ahí. Ella reapareció en un especial contra yeguas que no eran de
la fuerza de esta carrera y lo ganó sin estar óptima. La reprisamos pensando en
la Copa de Plata. Ahí quedó espectacular y ahora llegó bárbaro.
Enfatiza Dany que “fue un día increíble”, aunque en realidad está acostumbrado a tenerlos. “Estoy en un momento
excelente, armé un equipo brillante y este año me sentí muy cómodo trabajando; a pesar de que tengo muchos caballos
formé un grupo con el que lo puedo hacer". Qu suene raro escuchar esa frase en un profesional de más de 30 años en el asunto. Lo explica: "Esto lo logré después de muchos años y ayudó un montón en el día a día. En cada stud tengo un personal notable de jockeys,
aprontadores, veterinarios, capataces. Uno gana con varias
caballerizas distintas y a veces me preguntan cómo hago, y para mí la organización y los
equipos son todo".
Para mantenerse primero en los rankings y conseguir un doblete como el del sábado, Carlos Daniel Etchechoury tiene una fórmula inmejorable.
Subsanador reaparece luego de más de tres meses en el Gran Premio Joaquín S. de Anchorena, donde el entrenador también presenta al invicto en dos comunes, Satu; en la Copa de Plata, Forty Cinque tiene experiencia como para convertirse en una sorpresa
En el Estrellas Juvenile, Subsanador obtuvo su mejor éxito /Archivo-Hapsa
Aunque no
tenga un ejemplar en el Carlos Pellegrini –a uno le suena raro en un entrenador
de su calibre- Nicolás Martín Ferro será un protagonista del espectacular sábado
de San Isidro, y cubre el espectro de las expectativas con tres piezas
importantes: Subsanador (Fortify), uno de los mejores 2 años de la temporada,
que reaparece y está entre los candidatos del Gran Premio Joaquín S. de
Anchorena – Copa Sancor Seguros (G 1-1600 m), donde también presenta a Satu (Catcher
in The Rye), otro caballo de 3 años, invicto en dos actuaciones, la última u na
victoria por por 20 cuerpos, y Forty Cinque (Fortify), una yegua con sobrada experiencia
clásica, la tercera carta del preparador, en el Gran Premio Copa de Plata Roberto
Vasquez Mansilla (G 1-2000 m).
Subsanador tuvo un parate cuando comenzaba la Triple Corona, después de
destacarse en el primer semestre y reaparecerá mañana. Detalla el cuidador: “Sintió
un poquito la campaña de 2 años y llegó cansado a la Polla de Potrillos
–terminó 5° en su peor actuación-. Lo dejé en el stud más o menos un mes, hizo
tranco, reposo, caminó; no estuvo tanto tiempo parado en realidad, tres meses y
medio, y de vuelta en el training echó 1m383/5 en la pasada”.
Nicolás es optimista sobre las posibilidades del defensor del stud
Facundito: “Espero una gran carrera de él, llega muy bien”. Y respecto del
debut en el césped, aseguró que “los Fortify corren en todos lados”.
-Se me ocurre que mañana Subsanador estaría
corriendo el Pellegrini si no hubiera tenido esa pausa en la campaña.
-Yo no sé
si correría en 2400 m;
sí sé que es un gran millero y que sería también muy bueno en 2000. Elaño que viene intentaremos en 2000 m, con todas las grandes
carreras que hay en ese tiro y los campeonatos de Palermo.
Martín Ferro tiene un triunfo en el Anchorena, con Winning Prize (Pure
Prize), Mejor 2 años y Millero del Año en 2012, que trascartón fue llevado a
competir a los Estados Unidos, por su propietario, el stud Los Nelson, e hizo
una gran campaña.
El caso de Satu es muy diferente. Será apenas su tercera carrera, pero
fue tan buena la última que entusiasmó y le elevó la vara. “Es un potrillo que
tuve en altísimo concepto y lo demoró un problema físico cuando estaba por
debutar, el 1° de mayo. Ganó muy bien en el estreno y no me sorprendió después,
cuando se impuso en el césped pesado por 20 cuerpos”, recuerda Nicolás.
Lo cierto es que siempre un caballo con ese estatus es una atracción en
un gran premio, por más figuras que haya. “Creo que tiene grandes condiciones,
por eso lo anotamos ahora. Pedí el 1 de suelta porque corre en el fuego; espero
que pueda venir segundo a tercero en el desarrollo”.
Por último, Martín Ferro analiza las posibilidades de Forty Cinque (Fortify)
y admite que esta yegua de 5 años es un lance en el Grupo 1 para hembras. “Pero
está acostumbrada a correr estos clásicos. Es una Copa de Plata muy abierta, no
parece haber una yegua que intimide. Correrá de menor a mayor”, anuncia.
El entrenador Hugo Miguel Pérez opina que el defensor del stud Vientos del 80 "puede ganar" el sábado en San Isidro, y que "están los mejores"; el exitoso urugayo se vio obligado a reemplazar a Cristian Velázquez, el jockey habitual de su caballo, por Gustavo Calvente
En el GP de Honor, Dreeam venció a Special Dubai y Shy Friend / Gza. Hapsa
Desde el magnífico
4° piso de la Tribuna Oficial, el sector de Socios del Jockey Club, donde se
realizó el sorteo de gateras del Gran Premio Carlos Pellegrini (G 1-2400), la
vista panorámica es inmejorable. La pista de césped de San Isidro se ve algo
rala en la recta final, amarilla. La sequía causa problemas que el riego
constante no alcanza a solventar. Hugo Miguel Pérez mira a través del ventanal
gigante, una de las paredes del salón, y reflexiona: “Hay poco pasto en el
centro”.
-¿Y adentro cómo está? (El entrenador acaba de elegir el
partidor 1 para Dreaman).
-Alto.
Dreaman va a ir por ahí, es más cerca. Mirá –señala hacia la avenida Santa Fe-,
el codo empieza en los 1400 y termina en los 600, son 800 metros de curva ¿dónde
querés que venga?
-¿Por qué no lo corre Cristian Velázquez?
-Va a
correr el de su novia. En principio Dreaman iba a correr en Maroñas, pero nos
pidieron 16.000 dólares para llevarlo. Ahí cambié y arrancamos para acá.
La dueña
del corazón del jockey es también dueña del stud El Olimpo, que presenta a Hacer
Un Puente (Cosmic Trigger). A Dreaman (Galicado) lo va a montar Gustavo
Calvente.
-¿Cómo es este Pellegrini?
-Lindo. El caballo
tiene mucho oficio, eso es importante. Da la sensación de que agarró bien el
pasto, cuadra perfectamente; anda muy bien, puede ganar. Corren caballos muy
buenos. Corrió para ponerse en La Plata, entró a doce cuerpos de Miriñaque, que
debe ser el mejor caballo de este lote. Están los mejores y eso me alarma. Si
el pasto no lo perjudica… Dreaman es
ganador de Grupo 1, fue segundo a la cabeza en el República, anduvo a las piñas
con Miriñaque…
El defensor de la caballeriza Vientos del 80 va a correr por primera vez
en césped después de triunfar en la arena de Palermo cuatro veces en doce
salidas, incluso en el Gran Premio de Honor (G 1). Ahora viene de ser 6° en el
Dardo Rocha (G 1).
Por ser debutante en el
trazado verde de San Isidro, Pérez fue autorizado a hacer el reconocimiento de
la pista principal. “Lo llevé al fondo, a los 2400 y lo saqué bien liviano; le
pedí a Calvente que en los 1800 hiciera un largo y lo floreara la milla. Echó 1m56s
los 1800 a
media cancha porque había baranda falsa, y remató en 11s, muy bien”, detalla. “Va
a correr donde venga bien”, dice Miguel Pérez sobre el desarrollo. Por lo
pronto, se aseguró la gatera 1, la que más le gusta.
El entrenador del caballo de Garabo sabe que su caballo tiene un desafío nuevo en el Carlos Pellegrini del próximo sábado, en especial por la pista de césped de San Isidro, en la que hubiera querido hacer un ensayo más completo que el que se le permitieron
Pellegatta (camisa blanca) el sábado en Palermo, cuando retiró ganadora a Issolda /Gustavo Duprat
Cuando Niño
Guapo (Catcher in The Rye) salga a la redonda del Gran Premio Carlos Pellegrini
(G 1-2400 m),
el sábado que viene en San Isidro, llevará consigo dos novedades: competirá por
primera vez en el césped después de siete actuaciones en la arena de Palermo y
será presentado por Roberto Pellegatta, el jefe del equipo en el que Juan
Franco Saldivia es su lugarteniente.
Las razones de ambas situaciones son conocidas. El defensor de Garabo es
el ganador del Gran Premio Nacional (G 1) y los clásicos Miguel Cané (G 2-1600 m) y Eduardo Casey (G
2-2200 m),
con lo que su brújula marcaba hacia el Norte, a confrontar con los mejores en
el desafío de un terreno desconocido. La presencia de Pellagatta en la columna
“cuidador” se debe a la suspensión provisional que recibió Saldivia por los
casos positivos de la yegua Nos Dijimos Todo y el caballo Pelo Platinado,
terceros en carreras de Grupo 1.
Al veterano entrenador se lo vio retomar su rol en la primera del sábado
en Palermo, donde retiró a Issolda (Storm Embrujado) del pesaje tras su rotunda
victoria por ocho cuerpos. Antes, en una mañana en el stud, se había explayado
sobre Niño Guapo, entre otros temas. “Está muy bien. Lo llevé a San Isidro,
hizo 1400. Es un caballo diferente (recalca que no necesita mucho “schooling”,
ambientarse). Es manso y yo quería llevar otro caballo para correr a la par
pero el hipódromo no te lo permite; te permiten hacer un reconocimiento”,
lamenta. El objetivo se cumplió a medias. “Hubo un caballo de Miguel Pérez que
también trabajó (Dreaman)”, informa, de paso.
“Estoy conforme, la cancha estaba muy abierta y está bien, hay que
cuidarla, así que no tengo una referencia mayor a la que me dijo el jockey [William Pereyra], que
el caballo salió muy perdido y se fue acomodando, pero lo tuvo que gritar y lo
chicoteó dos o tres con el látigo”, abunda el entrenador. Y luego aclara sobre
el carácter sereno que expresa el caballo criado en El Chañar. “Antes del
Nacional tenía una partida de 47 escasos los 800, que hizo con uno ligero, de
la recta, y llegó bien, corriendo. Por eso no debe creerse que venía estirado
en el codo del Nacional, lo que pasó fue que William no estaba afirmado en las
piernas”.
Para Pellegatta, el episodio de Pereyra, que sufrió una
baja de presión en pleno desarrollo del Derby, pudo ser grave. “En los 1000 se
empezó a sentir mal, por eso lo chicoteó temprano, no tenía piernas. Cuando
pasó a ganar en los 200 se sentó dos veces y se apoyó en el pescuezo, no fue
que se sintió mal después del disco. Y de vuelta lo agarraron dos palafreneros,
tenía 9 de presión. Si le bajaba un poco más se caía. Tuvo suerte”.
-Las exigencias del Pellegrini van a ser otras,
más altas.
-Ahora se
va a enfrentar con caballos viejos, que le dan un montón de kilos. Vos me
conocés de hace muchos años, si tuviera una mínima duda, no corre, y si creo
que no tiene ninguna chance tampoco. Se tiene que acomodar en el pasto y como
no tengo una idea clara sobre lo que trabajó porque él no hace nada en un
ejercicio solo... Hay buenos caballos, Miriñaque, Durazzo. No sé cómo estará
Irwin; cuando lo tuve era un caballo muy bueno, de los de antes, más corredor.
Sí está 10 puntos ¡guarda!, que por ahí gana la carrera. Hay que ver ahora.
Roberto
Pellegatta ganó una vez el Pellegrini, en 2013, con Soy Carambolo (Val Royal),
un caballo de 6 años entonces, que llegaba con mucha experiencia y triunfos en el
césped de San Isidro. Es lo único que le faltaría a Niño Guapo y el único
interrogante que le queda al cuidador después de una preparación con su sello.
UNA POMADA
Y LA SANCIÓN DE SALDIVIA
En la
historia de Roberto Pellegatta en las carreras una suspensión lo hizo abandonar
los programas, dejar que otro presentara sus caballos. La que pesa ahora sobre
Saldivia, su principal colaborador, lo trajo de regreso. Y explica: “Juan
Franco fue a Miami con el veterinario de [Adolfo] Cambiaso y trajo una crema
que usan con los caballos de polo. Yo aguja no les doy. Tengo plena confianza
en mi veterinario, [Andrés Smetana], la caja del medicamento dice NO DOPING.
Todo es natural acá. Con eso les dimos masajes a Nos Dijimos Todo y Pelo
Platinado, que son delicados de medios, hasta el día de las carreras”.
Los dos caballos salieron
positivos de una sustancia prohibida, que se encuentra, por caso,
en los ajíes.