domingo, 9 de octubre de 2022

Ivar demostró que merece intentar una tercera Breeders' Cup con su formidable desempeño en la Coolmore Turf Mile (G 1) de Keeneland

 


La atropellada del que fuera Mejor 2 Años en la Argentina llegó por afuera y entre rivales en el final, mientras que Annapolis, el ganador, corrió por dentro y más cerca de la punta, lo que le facilitó la victoria por un cuerpo y medio ante el aguerrido caballo nacido en Brasil


Annapolis dominó al entrar en la recta final e Ivar (izq.) esta vez no alcanzó / Coady Photography-Keeneland



¡“Ivar está ahí!”, exclamó el relator del hipódromo de Keeneland cuando el caballo nacido en Brasil y moldeado en la Argentina más rápido corría, sobre la recta final de césped del Coolmore Turf Mile (G 1-1600 m-1 millón de dólares en premios). A esa altura, Annapolis (War Front) ya no venía con tanta diferencia al frente como en los primeros tramos del derecho, pero le bastó ese plafond para ganar e incluso le sobró para meter el récord de 1m33s29 en la pista del hipódromo de Lexington, Kentucky.

La carrera de Ivar fue distinta a la de Annapolis, que contó con el consagrado Irad Ortiz Jr., el jockey que dio doblete de Grupo 1 el sábado, junto al entrenador Todd Pletcher. Mientras el ganador, uno de los dos caballos de 3 años en las gateras, vino siempre por dentro y solo tuvo que hacer un ligero movimiento para esquivar al puntero, el británico Masen (Kingman), al ingresar en el derecho final, Ivar debió salir de un cerrado grupo de rivales y abrirse a media cancha para atropellar en el mismo tramo. Así pudo aprovechar la velocidad que hubo en la punta.


Así y todo, terminó segundo a un cuerpo y medio y salvó los 185.000 dólares del premio de esa colocación por el hocico ante Order Of Australia (Australia), que dirimió a su vez la tercera chapa con Set Piece (Dansili) por pescuezo y 5° finalizaba Casa Creed (Jimmy Creed), a igual diferencia, en medio del aluvión de atropelladas.

Dijo Joe Talamo, jinete del Mejor 2 Años en la Argentina, en 2019: “Corrió  muy bien. Cuando entramos en la recta creí que iba a terminar primero, pero me saco el sombrero ante el ganador. Ivar dio pelea, está presto para correr siempre y se siente a gusto viniendo en el fondo. El entrenador lo pone en gran estado cada vez que sale a competir”.

Ese cuidador es el brasileño Paulo Lobo, que tiene a su cargo los caballos de RdI y Bonne Chance en los Estados Unidos y quien ahora comentó con cierta desazón, a pesar de las palabras: “Vino un poco abierto en el último codo –sugiriendo que dio ventajas allí- pero estoy muy feliz. Perdió ante un buen caballo en una carrera muy veloz, no hay excusas. Ivar corrió muy bien y creo que estará de nuevo en la Breeders’ Cup Mile (G 1) –sería su tercera actuación-, donde espero lo mejor”.

Eso será dentro de cuatro semanas en Keeneland, una vez más.












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