El ex jinete, que sobresalió en los máximos escenarios, asegura que los alumnos que participaron ayer en la carrera que ideó para la Escuela de Jockeys del Bosque, conforman “Una camada linda, estoy feliz porque les va muy bien”; este grupo de pilotos del 2° año se presentarán en la gran reunión del 19 de noviembre, como ocurre cada año
Los aprendices Salazar, Reynoso, López, García y Enea, con Fabián Rivero y Mariano Cowen / Escuela de Jokeys |
Cuando Antonio
Fabián Rivero se retiró de la profesión de jockey, pensó durante un par de
meses en una idea que impulsaron el recordado Héctor Pochola Silva y la dirigente política Alejandra Sturzenegger:
transmitir su experiencia como profesor en la Escuela de Jockeys Aprendices del
Centro de Capacitación Técnica de Turf, de La Plata. Luego, una idea suya
prosperó para empezar a institucionalizarse: un simulacro de carrera para los
alumnos de 2° año.
Ayer se realizó una nueva versión de esa prueba, sobre
Facundo Damián Enea (Mandil 1). Nacido el 12 de noviembre de 1999 en Elortondo, Santa Fe. Vinculado a los caballos desde chico. Admiró a Pablo Falero y Altair Domingos. Su primer sueño es egresar de la escuela y luego ser reconocido por la gente.
Tiago García (2): Nacido el 11 de diciembre de 2001 en La Plata. “Me gustan los caballos, mi familia está vinculada con el turf”, dice. Su padre, Juan Cruz, es entrenador. El referente que elige es Francisco Gonçalves.
Lucas López Berneche (3). Nacido el 16 de mayo de 2002 en,
La Plata. “Me gusta de chiquito, lo llevo en la sangre”. Sus referentes son Falero
y William Pereyra.
Sebastián Guillermo Reynoso (4). Nació el 6 de febrero de 1996 en
Villa Dolores, Córdoba. “De chico con mis abuelos me acerqué a los caballos”,
cuenta. Su gusto profesional pasa por Falero y Eduardo Ortega Pavón. “La escuela
te enseña un montón, además de lo que significa su colegio secundario. Mi sueño
es ser jockey”, señala.
Exequiel Ramiro Salazar (5). Nació el 15 de marzo de 2002 en Santiago del Estero. Vive en La Plata. Se crió entre los caballos, su padre es el jockey Nelson Salazar. “Es una pasión. Siempre lo miré a mi papá, me gustaba mucho cómo corría”. Su referente: Francisco Leandro Fernandes Gonçalves.
Fabián Rivero cuenta que hay un sexto jinete, Mauricio Menéndez, que no
pudo correr ahora por una lesión en la cadera. “Estaba vareando, se le disparó
el caballo y lo tiró contra los palos”. Es lo único que lamenta el que fuera
jockey de Auténtico (Factorial), Freddy (Roy) y Badajo (Roy), entre muchos
ganadores clásicos. “Esta es una camada linda, estoy feliz porque les va muy
bien”. Y aunque la competencia es en serio, la atmósfera entre la gente que
estuvo este miércoles por la mañana en el hipódromo del Bosque reflejó que el
resultado era lo de menos. “Ganó Salazar, con Il Borgo (Easing Along), un
ejemplar que entrena Humberto Benesperi. Los chicos no usaron el látigo, siempre
tendemos a que la carrera sea pareja”, explica el ex jockey.
La carrera tuvo siete competidores, dos de ellos montados por jockeys profesionales: Darío Gómez y Matías Ferreyra. “Una experiencia así es una caricia en medio de todos los problemas que tenemos. Esta administración quiere hacer las cosas bien, el mensaje de Mariano Cowen (administrador del hipódromo) fue muy claro y los trabajadores responden”, describe Rivero y detalla que el Centro de Formación de Carga y Descarga, un sindicato cuyo secretario general es Daniel Vila, imparte las clases para los alumnos que deben terminar el Secundario. También la Fundación Hípica Rocha de Plata colabora en esta actividad de formación.
Sobre la etapa suya como docente de jinetes, Rivero apunta, más que satisfecho: “Fue un acierto aceptar esta tarea, lo disfruto y me hago mala sangre también. Me siento muy respetado”, y se enorgullece, por ejemplo, de haber acercado al árbitro de fútbol Patricio Loustau y a su padre, Juan Carlos, de destacado paso por el referato. “Se hicieron hinchas del turf. Los conocí en un evento y se interesaron. Es gente sencilla, que siempre se las arregla para venir, desde que compartimos un asado en el stud de mi hermano Ismael”.
Antonio Fabián Rivero asumió una responsabilidad y no deja de mencionar
a los que lo secundan, desde el psicólogo Juan Navas hasta Yanina Vásquez,
encargada del transporte. “Los egresados que están corriendo pasan por la
escuela seguido, lo cual les hace bien a los alumnos. Hace poco estuvieron
Edgardo Gramática y Juan Carlos Noriega”. El profesor confirma así que todos los aportes que llegan desde la actividad son bienvenidos en
la Escuela de Jockeys platense.
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