Hipódromo de San Isidro |
En el histórico establecimiento de La Luisa, el productor comparte responsabilidades con su esposa, Victoria Pueyrredón, hija de Ernesto, el fundador y quien tomó la decisión de incorporar a Les Blus, padre de Luthier Blues, ganador del GP Félix de Álzaga Unzué
El haras El
Paraíso tiene la virtud de sostener su vigencia con la historia y al mismo
tiempo con una adaptación a los tiempos que corren, moviéndose en busca del
mercado del Interior, por caso. De esta tendencia, uno de los frutos es Luthier
Blues (Les Blues), el ganador del Gran Premio Félix de Álzaga Unzué (G 1-
“Estamos muy contentos. Nos gusta vender en el Interior; estos propietarios [el stud Kirby's] son de Necochea y cuidan en Azul. Uno por ahí piensa que cuando los caballos se van a las provincias es difícil volver a verlos y fijate, ganamos un Grupo 1 con uno de ellos. Azul es una de las plazas que nos han hecho un lugar para ofrecer nuestros caballos. Desde hace varios años hacemos un remate en Azul, donde tenemos muchos clientes y nos ha ido muy bien”.
-¿Cómo fue el proceso de la llegada de Les
Blues a El Paraíso?
-A Le Blues
lo fui a ver cuando estaba en training y la verdad es que dudé por su físico,
pero Victoria estudió el pedigree y dijo que no nos podíamos perder esa
increíble familia materna. Dio resultado. Se puede decir que lo trajo Victoria,
no sé si yo lo hubiera traído. Y te digo, con Sebi Halo pasó lo mismo.
-Y de paso consolidan el apego del haras por
los padrillos locales.
-La idea es
trabajar con padrillos argentinos de muy buenas familias. Comprar afuera un
caballo que nos guste y tenga un buen papel es imposible y a los caballos
argentinos los ves desde que empiezan a correr. Tenemos el 50% de Les Blues; la
copropiedad es con Santa Elena, Vacación, está bastante repartido. Todos
nuestros padrillos están repartidos con haras vecinos, amigos.
-¿A que atribuyen este largo buen momento de El
Paraíso, segundo en la estadística detrás de Firmamento?
-Vivimos en
el haras, dedicados a criar y a estar encima de las cosas y Victoria está
siempre atenta a las posibilidades que salen, a ver un padrillo, a hacer algún
arreglo. La suerte también incide. El haras creció mucho, Patricio –su hermano-
es nuestra mano derecha, se ocupa del área de ventas y Patricio hijo, mi
sobrino, también trabaja en el escritorio.
Un poco o
mucho de la filosofía de los Duggan encierran esas palabras. “El haras cumplió
72 años desde que lo fundó el padre de Victoria. Es mucho tiempo y mucha la
gente que ha pasado. El caballo da la posibilidad de tener la vida que a uno le
gusta, con el estilo de vida que se creó alrededor del turf.
-Igual, hay lugar para otra actividad
agropecuaria, ciertamente minoritaria.
-El Paraíso
es todo cría de caballos, son
El último triunfo de Luthier Blues, con Brian Enrique en la montura y al cuidado de Gonzalo Sarno, no habla de lo que se siente todos los días en el haras de La Luisa, como ocurre con todos criadores, en cada carrera. “Victoria no vende ninguna yegua y la que ya no puede ser madre muere ahí, entonces hay muchas más de las que están en producción”, revela Pablo. Eso sí dice mucho de lo que hay más allá del éxito de El Paraíso.
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