La ganadora del Clásico Federico de Alvear (G 2), hermana materna de Delirada, la madre del campeón, fue contundente en San Isidro; en el Espirita (L), Joy Nima tuvo un jockey sabio
La yegua de La Manija corrió como nunca |
Sin pegar.
No sintió el látigo en todo el camino del Clásico Federico de Alvear (G 2-
Esos datos sobran para que Didia sea considerada como una de las
candidatas en el Gran Premio Enrique Acebal (G 1-
Después, en la recta, bastó que el piloto extendiera las riendas para
lanzar a Didia, que fue estableciendo la diferencia sobre el resto sin que la
fusta la tocara. En una lejana atropellada, Love Story (Agnes Gold) se quedó
con el segundo puesto.
Orpen, el padre de Didia, murió este año, y su madre, la brasileña Delambre
(Rainbow Corner), está pensionada en San Ramón, el campo de Nicolás Iguacel en
Capitán Sarmiento, luego de varios intentos por preñarla, sin éxito. Su vientre,
a los 22 años, puede descansar y llenarse sólo de pasturas, de aire y tierra,
sin el estrés de preñeces y partos, que en su caso fueron diez, el último el de
esta ganadora del Alvear, en 2018. Pero hubo otro que ya es inolvidable, el de
Delirada, otra hija de Orpen, la madre de un campeón, Tetaze (Equal Stripes).
Ignacio Pavlovsky (hijo) crió a Didia en su haras La Manija: “Me quedó
vacía después y se la regalé a Nicolás Iguacel; yo pago pensiones de mis yeguas
en Carampangue y no quería ‘mandarla al tacho’; la verdad es que estaba llena
de quistes”, revela el veterinario, que seguramente no podrá verla en el
Acebal, el 6 de noviembre, y por un buen motivo: ese día corre otra yegua que él
crió, Blue Stripe (Equal Stripes), en el Breeders’ Cup Distaff (G 1), en Del
Mar, uno de los hipódromos de California.
El criador no estaba seguro del retiro de Delambre de la reproducción.
Iguacel lo confirma: “Está viejita, ya no está para madre”. Una situación
reconocida en la cría de caballos pero aún así una pena. Queda la savia de
Delambre desparramada para en genes ganadores y Didia ya le hace honores.
Joy Nima, pocos kilos y buenas manos
Porque es así como se define una carrera como el Clásico Espirita (L-
El jockey brasileño, cada vez más sabio desde su vuelta, tuvo paciencia
al entrar en la recta. No se desesperó cuando vinieron las atropelladoras Joy
Velika (Fortify) y Forty Cinque (Ecólogo), conocedor de lo que podía dar su
yegua. Así las aguantó
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