Kodiak Boy pasó por un camino arduo en los 400 finales y dejó huella ante la carga de Roberts Hit |
El potrillo del stud Las Monjitas conoció el césped en ese Grupo 2 sobre 1800 metros, pasó el test y se sumó a los postulantes al triunfo en el Gran Premio Jockey Club (G 1)
Si hay un
clásico en el turf argentino que respeta su nombre y no cambió de condición
desde que nació, en 1995, es el Ensayo (G 3-
Alejado de
todas esas cuestiones, para Kodiak Boy (Treasure Beach) este clásico del sábado
18 de septiembre en San Isidro fue un ensayo cabal. Sobre todo porque se trató
de su debut en la pista de césped, después de juntar experiencia y terronazos
en la arena porteña y en la del Norte, y también porque nunca había corrido en esta distancia,
como la mayoría de sus rivales.
Adrián
Giannetti movió las riendas para sacarlo de los palos en el comienzo de la
recta, donde tuvo más fuerza que Shy Friend (Equal Stripes), y cuando dominó
tenía controlado a ese rival, hasta que apareció Roberts Hit (Hit it a Bomb), que no pudo
más que escoltarlo a medio cuerpo ahora, pero dejó la sensación de que puede
desquitar.
“Había
ganado muy bien en Palermo y quisimos hacer campaña allá, pero después le costó,
se portaba mal, salía enojado, no sé qué le pasó. Lo cierto es que las carreras
posteriores a la que ganó no nos convenció”. ¿Será que fueron carreras bravas?,
se le consulta a Dany. “Sí, una vez que ganás te tirás a los clásicos, en
especial si el potrillo sale de perdedor temprano. Esta vez volvió a ser lo que
esperábamos de él. Ahora se queda acá, va a correr el Jockey Club". Las Monjitas
viene muy bien, tiene a Vespaciano (Daniel Boone), que ganó las Dos Mil Guineas y también es preparado por Etchechoury.
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