domingo, 20 de junio de 2021

Across The Gulch, en la estela del ilustre Haras de la Pomme


El potrillo, hijo de Catcher in the Rye y Fedra Gulch, protagonizó junto con El Informado un espectacular final en el Clásico Pedro Goeanaga (G 2), en La Plata

Fue un final sensacional, entre dos potrillos con carácter, que encararon el Clásico Pedro Goenaga (G 2-1500 m) por distintos caminos -literalmente- y se juntaron en la recta final del hipódromo de La Plata en un duelo que parecía interminable, casi sin sacarse ventaja el uno al otro hasta el disco. Sólo allí Across The Gulch (Catcher in the Rye) doblegó a El Informado (Il Campione). Media cabeza fue el fallo después de la incertidumbre por el ganador y mientras la arena seguía ardiendo a pesar del frío de la tarde.

Hasta esa definición, uno, Across the River, corrió expectante y eso lo obligó a abrirse mucho cuando Gonzalo Hahn lo puso intención en el codo; el otro, El Informado, no perdió un centímetro, llevado junto a los palos por Walter Aguirre, que pasó al frente cuando Jobetto (Safety Check), el puntero, empezó a quedarse –terminó quinto- y casi no le deja espacio en el final de la curva. El escenario fue exclusivamente de los dos potrillos más fuertes, en los últimos 200 metros. El ganador (N° 2 en la foto de HLP) asomó su diferencia en los últimos diez. Fue su segunda victoria en tres actuaciones en el Bosque, entrenado por Angel Piana. El Informado venía de resultar cuarto en el GP Montevideo (G 1), en Palermo, tras dos salidas en La Plata. Santos Davos, el favorito, terminó cuarto.

Across The Gulch, criado en Haras de la Pomme, es hijo de Fedra Gulch, ganadora de ocho carreras, incluyendo el Clásico Arturo R. y Arturo Bullrich (G 3) de La Plata y producto de la política de la cabaña de Samuel y Guillermo Liberman basada en la importación de yeguas madre para mejorar sus planteles. Magic Blaze, la madre de Fedra Gulch, es hija de Broad Brush (Ack Ack) y dio otra ganadora clásica en los Estados Unidos, Bendecida (Silver Ghost).

Ojo de Agua, el Argentino, La Biznaga, últimamente La Pomme. El ciclo de los haras se cumple inexorablemente, sobre todo en el turf sufrido de un país sufrido, al que los gobiernos que se niegan al progreso fingen apoyar. Están las raíces, sí, entonces la genética se puede ir salvando y pervive en otros establecimientos que toman la posta, pero las espaldas se encogen si no pueden resistir la corriente que viene de Japón, por caso, cuya hípica conoce de yeguas madre argentinas  Y esto pasa porque no hay aquí verdadero interés en apoyar una actividad de prestigio internacional, lo cual se observa en el Estado que pone palos en la rueda, como pasa en otros rubros productivos más vitales que, como el de la alimentación.  

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