lunes, 19 de mayo de 2025

Juan José Caligiuri (1952-2025)

 





Juan José Caligiuri unió dos siglos y cuatro décadas con su dedicación incondicional al turf, hasta su muerte el jueves último. Criador y propietario con su haras y stud Tres Jotas, tuvo éxito, como el mismo lo reconocía, y atravesó las cíclicas crisis del turf siempre rodeado de un notable equipo de profesionales.


A continuación, algunas frases que Caligiuri dejó en las múltiples entrevistas que le concedió a este cronista, al que le quedó pendiente una visita a La Plata, donde Juan tenía su casa y un centro de salud mental en el que trabajaba a diario. 

Una enfermedad que requirió una operación larguísima y la pandemia poco después no habían aplacado el entusiasmo de Caligiuri. “Era el único paciente en el Hospital Italiano”, recordaba con una sonrisa. “Sacaba una fuerza de adentro que no conocía”, y elogiaba la tarea de los médicos y en especial la de su cirujano.

  • La primera yegua del stud fue Piñuela; la compré en 1986, gané un Grupo 1 y un Grupo 3 con ell (el GP Selección de Potrancas (G 1) de La Plata y el Clásico Diego White (G 3), y fue segunda de Bayakoa. Fui con un amigo a un remate de Don Yeye y volví con ella. Piñuela era hija del padrillo irlandés Portese y Soy Salteña, por Sheet Anchor. Como para olvidarla.
  • Nos conocimos con Niso Ulloa (director de Tres Jotas) a través de Hernán Ceriani Cernadas y arrancamos de ahí a criar. No teníamos nada y a Niso le quedaba más cerca La Quebrada [comparado con su campo en 25 de Mayo entonces]. Así, hicimos un acuerdo con Hernán por el que yo le llevaba las yeguas, él ponía los padrillos y después dividíamos.
  • Caligiuri tenía un campo reducido en los 70/80, de donde en 2001 salió Camire Toss (Egg Toss), ganadora del Félix de Alzaga (G 1), y a partir de Gap (Fort de France), una velocista clásica criada en La Quebrada, trabó su amistad con Hernán Ceriani y un acuerdo de crianza sin papeles por las que Tres Jotas presentaba sus vientres a los padrillos de La Quebrada. “Compré a Gap, otra yegua que no era correcta para nada, con problemas por una fisura, en un remate al que fui con mi papá. El radiólogo de la clínica –de la que es dueño Caligiuri, en La Plata- le hizo una placa, la revisó un médico y se veía la lesión”. Luego, Gap le ganó dos veces a Spiny (Ringaro) y nació el convenio con Ceriani “sin firmar ningún papel”. El criador le presentó a Francisco Niso Ulloa para que sea su veterinario y le ofreció organizarle la cría.
  • Con Hernán elegíamos los productos (‘me dejaba primero a mí, un señor’, recalca) y el resto lo vendíamos. Estuvimos un tiempo ganando no más que ganadores de una, no se nos daba, y Angiolo y El Paraíso empujan. Tenemos cuatro acciones de Le Blues y cuatro de Il Campione.
  • La lista de ganadores clásicos de los 80 es interminable: Irina, San Livinus, Wait (la madre de Angiolo), Gap, Sebastiano, el propio Angiolo, Artemisa (madre de Almendro en Flor), Piñuety (hijo de Piñuela), por mencionar un puñado. “Ganamos muchos clásicos, varios Grupo 1”. Madonna Benois, La Meninha, Almendro en Flor, El Fruto, son nombres clásicos de los últimos años.  
  • Es un orgullo. Es lo que me gusta. Imaginate que nací en Junín y a los 4 años tuve mi primer caballo, andaba más por el suelo que arriba. Me lo compró mi papá, o sea que parte de la culpa de lo que tengo yo es de mi papá. 
  • Yo no juego, me pasé veinte años tratando de convencer a muchos de que no apostaba. Tener caballos y no jugar es muy importante, porque si un caballo tuyo corrió quince veces y ganó cinco es buenísimo, pero perdiste diez.
  • Creo que lo mejor es querer a los caballos y verlos correr. Ese minuto es increíble. Cuando ganó Irina el Estrellas Juvenile Fillies no sé por dónde bajé de la tribuna. Una sensación o una inconsciencia que Juan José Caligiuri juzga momentánea. (La notable hija de Ringaro creó una dinastía con eslabones maravillosos en Wait y Sebastiano, dos de sus hijos por otro gigante, Southern Halo).
  • Juan José Caligiuri estuvo en aquellas horas tempranas retirando del pesaje a la hija de Ringaro con uno de sus socios, Juan Cifuentes, que continuaría, en principio, junto con Camila, la hija de Juan José, y Francisco Niso Ulloa.
  • Irina aparece porque yo, saliendo de una reunión en Buenos Aires, tomo Libertador y veo que hay remate en el Tattersall de Palermo. Giré en U, entré y compré a Souriante (Lyphmas y Souris Grise, criada en El Turf) y atrás de ella vino Irina, a la que sólo un loco como yo pudo comprar porque no fue barata y tenía una mano que parecía un bastón; chueca, las rodillas… Yo tenía la idea de criar. Piñuela (Portese) fue la primera que compré, ganó Grupo 1 (el Selección de La Plata de 1987) y no la quise vender.
  • Irina andaba muy bien y en la carrera previa a las Estrellas, Rubén Galloso, su jockey, me había dicho que la había perdido él -fue 4ª en el Gran Premio de Potrancas (G 1), en San Isidro a un cuerpo de la ganadora, Fontemar (Babor)- y que iba a ganar la Carrera de las Estrellas. No le dije nada. El día de la Carrera de las Estrellas, Irina ya no era sólo mía sino que algunos amigos se habían querido asociar y accedí. Fuimos todos para San Isidro. Irina se sacó una herradura antes de la largada; Galloso le hizo poner dos clavitos –textual del  jinete- y ganó. Irina era muy linda y fuerte, como Angiolo.

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