domingo, 11 de febrero de 2024

En la carrera que iba a ser un paseo, Jazz Seiver tuvo que rendir una impensada prueba con obstáculos sobre el césped de Palermo

 


Adrián Giannetti opinó que el trazado de césped es "muy peligroso" / Prensa Palermo


El defensor de Las Monjitas, ganador de Grupo 1 y 4° en el último Carlos Pellegrini, superó por dos cuerpos y medio a Super Giaco en un terreno pesado y difícil, que requerirá profundas tareas para que recupere su mejor estado  

 

El Clásico Expressive Halo (L-2200 m) pintaba para ser un paseo para Jazz Seiver (Super Saver), pero fue un arduo día de trabajo. Este defensor de Las Monjitas volvía a competir después de su 4ª posición en el último Gran Premio Carlos Pellegrini (G 1), y quedó sometido a una prueba, al igual que el resto de los competidores, seguramente.

Sucedió que, al margen de su victoria por dos cuerpos y medio ante el pertinaz Super Giaco (Super Saver), que hizo la punta desde el vamos, el estado pesado de la pista de césped de Palermo aumentó las dificultades que suele ofrecer un terreno que debió ser preservado al pasarse dos carreras previas del programa a la arena.

Exacerbado y con las pulsaciones aún altas, Adrián Giannetti, el jockey ganador, calificó la pista como “peligrosa”, minutos después de haber llevado a Jazz Seiver en persecución de Super Giaco hasta promediar la recta final. Hubo un salto del ganador a unos 100 metros del disco que dio miedo.

Y Tomás Fernández Llanos, socio de Camilo Bautista en la exitosa caballeriza, apuntó: “Hoy saltó todo; hasta la última brazada nos asustaron las manchas de arena, los coipos, los surcos y estos caballos traen sus complejidades… Ya se sabe que es una cancha difícil, con dos codos chicos, que no todos los caballos agarran. Queríamos ver cómo se podría comportar cuando subamos la vara”.

El propietario piensa en el Campeonato Palermo de Oro Verde. Su caballo nunca había corrido en el pasto porteño. “Esperábamos una muy buena carrera pero sabíamos que afrontábamos muchas dificultades por la pista, porque a Jazz Seiver no le gusta correr en la cancha mojada”, continuó. “Era un gran desafío; lo trajimos para evitar cruzarlo con Happy Happy Day la semana pasada en el Martínez de Hoz. Venía de correr muy bien el Pellegrini. Queríamos que conociera la pista y que empezara a sentirla, porque se viene el Campeonato Palermo de Oro Verde y buscábamos ver cómo se comportaba en una carrera más accesible que el Grupo 1”.

Fernández Llanos describe a un caballo que tuvo su transformación, su maduración: “Es un caballo muy sano: Al principio tuvimos que lidiar un poco con su temperamento. Cuando corrió el Nacional estaba muy asustado; después corrió bien el Pellegrini a los 3 años y en la campaña de 4 años se hizo manso; es el caballo más manso que del stud, pero se topó con Natan –su compañero de sedas, que volverá pronto al stud tras un descanso-; siempre le tocaron carreras muy bravas. Es el más fondista de los caballos que tenemos y los 2400 metros y los 2200 le vienen mejor que los 2000”.

Como suele pasar en Las Monjitas, además de lo caballos grandes empiezan a verse en la pista los potrillos 2021. “Jolly Boy (Daddy Long Legs) ganó debutando hace unos días y nos ilusiona muchísimo; fue el que más rápido se puso. Tenemos muchas esperanzas en esta camada como en todas”, revela Tomás.

Y amplía, ya en el terreno de la filosofía de la divisa: “Nos apoyamos en la selección de los haras, El Paraíso, Vacación, Abolengo, Santa María de Araras, por ejemplo, porque venden la totalidad de los machos y a veces se reservan hembras. Compramos mayoría de machos [Las Monitas no cría]. Es  más difícil comprar una yegua linda de esos campos; hoy la salida exportadora es para hembras, a Japón”.

Otro criador en el que confía Las Monjitas es Firmamento. Jazz Seiver es toda una demostración de esa  política.














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