Hubo dedicatoria del jockey, de gran trabajo con la hija de John F Kennedy / Gza. Revista Palermo |
El jockey pudo traer contemplada a la pupila de Dany Etchechoury (hizo el 1-2) ante la velocidad que se preveía en el desarrollo y en el final no se dejó alcanzar por Sin Sing Sing, que descontó terreno pero fue derrotada por una rival que reaccionó
“Violeta M
va a dar que hablar”, auguraba Violeta Massey el día en que la yegua del stud
Chelsea ganaba su mejor carrera. Aquello fue tras el Clásico Ricardo, Ezequiel
y Ezequiel M. Fernández Guerrico (G 2), cuando la propietaria que le dio el
nombre a zaina, y sus socios, Eduardo Luther y Juan Manuel Armedo Barreiro
celebraron el triunfo más importante con la chaquetilla del stud Chelsea. Ya estaba dndoque hablar, en realidad, y aquel día Brian Enrique, su jockey, decidió ir a la punta en una prueba de
Ayer, en cambio, en el Clásico General Las Heras (G 3-
“Habíamos estudiado la carrera y vimos que se iba a hacer ligera”,
confirmó lo que se presumía Brian Enrique. “Traté de contemplarla para que
viniera tranquila, bastante controlada y
se me dio un lugar en la punta del codo”, continuó. El parcial más riguroso fue
el de los
La cuestión era saber si podría pasar a las dos rivales que marcaron el
ritmo y venían en una línea. “La busqué por afuera y me respondió bárbaro; cuando
la exigí hizo un cambio de mano en los 300 que le vino muy bien. Siempre tiene
un golpecito más de final, entonces cambió de mano al revés y finalizó muy bien.
Violeta me respondió siempre, pude ganar muchos clásicos con ella”.
Esta fue la sexta conquista de Violeta M en nueve actuaciones, la
tercera clásica y la quinta en San Isidro; la restante la obtuvo en Palermo en
el Clásico República Oriental del Uruguay (G 3), en Palermo.
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