Isabel II, fallecida a los 96 años, dio una señal del deterioro de su salud cuando este año por primera vez no asistió a Royal Ascot, la semana de carreras célebre en Gran Bretaña
La Reina en Keeneland, saludando, entre otros, a Bill Shoemaker y Pat Day / Gza. Keeneland |
Isabel II heredó el trono de Inglaterra y un stud. Con los caballos de carreras no tenía obligaciones como en el Estado, podría haberlo tomado como un hobby y nadie se lo habría reclamado. Pero eligió ponerle pasión, si es que se permite un sustantivo tan abstracto para aplicarle, y lo disfrutó, como disfrutó de Ascot -su hipódromo- más allá de la pompa y circunstancia a la que estaba unida en esos cinco días de verano con los mejores caballos del Reino Unido en la temporada real, cuya asistencia perfecta declinó este año.
Estaba
fascinada desde niña con los caballos, por eso al morir el Rey Jorge VI en
1952, su padre, anunció que continuaría compitiendo y criando no solo para
continuar una línea. Así ganó cuatro de los cinco Classics; solo le faltó sumar
el Epsom Derby, cuenta el Racing Post. El King George VI and Queen Elizabeth Stakes debe su nombre a
los padres de Isabel II y es uno de los puntos más altos de la serie de Royal
Ascot desde que fue creado, en 1951.
Hubo un
momento de su reinado en el que Isabel II hubiera puesto en pausa su deber ante su amor por las carreras de
caballos. Fue en 1987, cuando debió retirarle la Orden del Imperio Británico a
Lester Piggott. Considerado el mejor jockey de la historia en Gran Bretaña,
Piggott, que había corrido durante doce años para la caballeriza de la reina,
fue condenado a dos años de prisión por evadir impuestos. Cuestiones del
destino que juegan con más azar que ciencia, el ex jockey falleció este mismo
año, en mayo, a los 86 años.
Isabel II estuvo
en Keeneland, seguramente el más inglés de los hipódromos de Estados Unidos, en
1984, en medio de una visita de estado. La recibió Ted Bassett, entonces
presidente de esa organización y luego de Breeders’ Cup Ltd. La foto que
ilustra estas líneas pertenece a aquel momento. En la temporada de otoño de Keeneland, que este año comenzará el 7 de octubre, se corre la Queen Elizabeth II Challenge Cup, el clásico para yeguas de 3 años sobre césped, instaurado en honor de la reina. Será el sábado 15 de octubre.
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