viernes, 9 de septiembre de 2022

La Reina que junto con la corona heredó un stud y lo continuó con orgullo, en las pistas y en la cría, nunca como un hobby



Isabel II, fallecida a los 96 años, dio una señal del deterioro de su salud cuando este año por primera vez no asistió a Royal Ascot, la semana de carreras célebre en Gran Bretaña  


La Reina en Keeneland, saludando, entre otros, a Bill Shoemaker y Pat Day / Gza. Keeneland

 


Isabel II heredó el trono de Inglaterra y un stud. Con los caballos de carreras no tenía obligaciones como en el Estado, podría haberlo tomado como un hobby y nadie se lo habría reclamado. Pero eligió ponerle pasión, si es que se permite un sustantivo tan abstracto para aplicarle, y lo disfrutó, como disfrutó de Ascot -su hipódromo- más allá de la pompa y circunstancia a la que estaba unida en esos cinco días de verano con los mejores caballos del Reino Unido en la temporada real, cuya asistencia perfecta declinó este año.

Estaba fascinada desde niña con los caballos, por eso al morir el Rey Jorge VI en 1952, su padre, anunció que continuaría compitiendo y criando no solo para continuar una línea. Así ganó cuatro de los cinco Classics; solo le faltó sumar el Epsom Derby, cuenta el Racing Post. El King George VI and Queen Elizabeth Stakes debe su nombre a los padres de Isabel II y es uno de los puntos más altos de la serie de Royal Ascot desde que fue creado, en 1951.

Hubo un momento de su reinado en el que Isabel II hubiera puesto en pausa su deber ante su amor por las carreras de caballos. Fue en 1987, cuando debió retirarle la Orden del Imperio Británico a Lester Piggott. Considerado el mejor jockey de la historia en Gran Bretaña, Piggott, que había corrido durante doce años para la caballeriza de la reina, fue condenado a dos años de prisión por evadir impuestos. Cuestiones del destino que juegan con más azar que ciencia, el ex jockey falleció este mismo año, en mayo, a los 86 años.

Isabel II estuvo en Keeneland, seguramente el más inglés de los hipódromos de Estados Unidos, en 1984, en medio de una visita de estado. La recibió Ted Bassett, entonces presidente de esa organización y luego de Breeders’ Cup Ltd. La foto que ilustra estas líneas pertenece a aquel momento. En la temporada de otoño de Keeneland, que este año comenzará el 7 de octubre, se corre la Queen Elizabeth II Challenge Cup, el clásico para yeguas de 3 años sobre césped, instaurado en honor de la reina. Será el sábado 15 de octubre.

Isabel II tenía 96 años.

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