lunes, 23 de mayo de 2022

Esta vez sin sorpresas, lo único que faltó en el resultado del Preakness fue que el favorito de todos respondiera a las contingencias

 

José Ortiz, en la silla de Early Voting, fue a buscar la carrera desde el vamos y acertó (@PreaknessStakes)

Hubo muchos aciertos en las decisiones: de los responsables del ganador, Early Voting, que decidieron saltear el Kentucky Derby; de D. Waynes Lukas, que incluyó a la yegua Secret Oath, y de los dueños de Creative Minister, que pagaron un fee para anotarlo; con Epicenter, en cambio, fallaron los cálculos


 

 Todos tuvieron razón, en el 147° Preakness Stakes (G 1-1900 m), la segunda etapa de la Triple Corona de los Estados Unidos. Primero, los dueños de Klaravich Stables, que saltearon el paso por el Kentucky Derby (G 2000 m) y su caballo, Early Voting (Gun Runner) llegó fresco a la carrera de Pimlico, separada de la primera gema por 14 días. Su caballo había ganado el Withers Stakes (G 3) y luego había sido segundo al pescuezo en el Wood Memorial (G 2), ambas en los 1800 metros de Aqueduct, a menos de 30 días de la carrera de Churchill Downs. Early Voting fue el ganador.

Luego, estaba D. Wayne Lukas, el entrenador de leyenda que presentaba a Secret Oath (Arrogate), la defensora de Briland Farm, ante los machos, después de que se impusiera en el Kentucky Oaks (G 1-1800 m). Pero el cuidador resistió la tentación de llevarla al Black-Eyed Susan (G 2-1800 m), la prueba que seguía en el camino de una imaginaria Triple Corona para hembras, en la tradicional fecha del día anterior al Preakness y en Pimlico. “Es un Grupo 2…”, resumió Lukas, para decir que el Oaks no iba a ser un desafío para la yegua como sí lo sería volver a correr contra potrillos –fue 3ª en el Arkansas Derby- y en mayor distancia. Secret Oath cumplió y terminó 4ª en Maryland, a siete cuerpos del ganador.

Para los dueños de Creative Minister (Creative Cause) y su entrenador, Kenneth McPeek, la apuesta fue en metálico: hubo que pagar 150.000 dólares en derechos para anotar a este ganador de 2 sobre 3, todas condicionales, que no estaba inscripto en la serie de la Triple Corona. Y les fue bien con el 3° que Creative Minister cosechó además hablando en especies, porque obtuvo 181.500 dólares como premio y recuperó, en esencia, lo invertido. Su desempeño ya le abrió las puertas del Belmont Stakes (G 1-2400 m), algo que confirmó el propio McPeek. De paso, Early Voting no irá a Nueva York para el cierre de la Triple Corona.




Epicenter (Not This Time) fue la excepción a la lógica, como lo fue en el Derby pero por razones ajenas a él. No ganó aquel clásico sencillamente porque apareció de atropellada Rich Strike (Keen Ice), la sorpresa que dinamitó el totalizador y las esperanzas del dirigido por Joel Rosario y del público, que lo había hecho favorito. En la primera gema, el jockey ubicó segundo a su caballo en un desarrollo vertiginoso, de 45 y monedas los 800, y finalizó en esa posición, cuando había dominado. “Tal  vez no debimos hacer algo distinto ahora”, dijo, autocrítico, el entrenador Steve Asmussen el sábado tras el Preakness.

La frase del cuidador refiere al hecho de que Rosario ubicó a Epicenter esta vez en el fondo del lote (7°), en el comienzo. “Ahora fue culpa nuestra”, admitió, comparando las razones de la derrota. En especial porque el puntero, Armagnac (Quality Road), vino en 47.44, mucho más tranquilo, con Early Voting pisándole los talones.

“Las instrucciones para el jockey eran que lo corriera libre y que hiciera los ajustes que necesitara, pero nunca pudo escapar de una colocación incómoda por dentro”, comentó Asmussen, desilusionado.

En la carrera en la que todo estaba bien pensado en lo previo, podía haberse dado un resultado más lógico que el del Kentucky Derby. Solo falló el menos pensado.








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