domingo, 9 de enero de 2022

Sin secuelas de una caída, Juan Carlos Noriega mostró sus agallas en el Clásico Apertura, gracias a la valiente Gamble Rules

"Se me abalanzó un potrillo y me manoteó la cara y el pecho", contó el jockey, con las heridas cicatrizadas pero visibles por el accidente del jueves, que no le impidieron llevar a la yegua de Abolengo a su mejor victoria, en un final de media cabeza ante Foolin



El oro de la chaquetilla de Abolengo (8) reluce más en la pantalla gigante que en la foto (Hapsa) 

El manual nunca escrito que enseña cómo correr en el óvalo de césped de Palermo dice muchas cosas; una de las más notorias es que “las carreras se ganan corriendo por afuera”. Juan Carlos Noriega, en la montura de Gamble Rules, cumplió con esa lección en el Clásico Apertura (G 2-2200 m) y con muchas otras, que él mismo explicará en las líneas que siguen, para ganar por media cabeza ante Foolin (Suggestive Boy), una rival a la que también su jinete, Juan Cruz Villagra, llevó con su reconocida habilidad.

Lo que no está dicho en el libro, ni siquiera tácitamente, son los gajes del duro oficio de dirigir sangre pura de carreras: Noriega había tenido un accidente el jueves a la mañana, en los trabajos del hipódromo porteño. Algunas marcas están cicatrizando y se  ven en detalle sólo cuando uno conoce el asunto.

“Fue en la pista de entrenamientos, la chiquita, un potrillo se me abalanzó [se paró de manos]. Me agarró justo atando las riendas, que estaban un poco largas, se le abalanzó al peón y cuando él me la largó, porque se le venía encima el caballo, me tiró; luego dio la media vuelta y me manoteó el pecho y la cara. Por suerte tengo algunos arañones en la cara, que no fue precisamente por mi señora (sonríe); capaz que ella pega más duro todavía. Por suerte estamos bien. Fue un potrillo nuevo, pero pudo ser un caballo viejo, estamos expuestos”, cuenta el cordobés y minimiza los daños.

Después habla del clásico. “Gamble Rules guapeó, ganó una buena carrera; es una yegua muy corredora que hizo las cosas muy bien. Ella siempre es muy guapa; el otro día, en el handicap en el que entró 3ª –a un cuerpo de Jazz Bass {Portal del Alto}, esta vez 4ª-, probablemente hubiera ganado si la hubiera podida traer sola adelante, es muy pareja; no devuelve mucho y ahora la hice correr temprano un poco y guapeó, ganó una carrera hermosa. Vino segunda [de Venuca {Treasure Beach}] y ya cuando entró en la recta se encontró adelante; la hice correr hasta el final.

-¿Cómo es eso de que “devuelve poco”?

-A veces, cuando vienen parando adelante y vos esperás a tu caballo, no da lo que puede, no devuelve, entonces cuando vienen fácil a estos caballos parejos es preferible hacerlos correr temprano. En este caso no es una yegua que tenga golpe de velocidad, por eso es mejor ir a buscar temprano en la carrera.

Sobre un comentario de Julio Menditeguy –criador y propietario de la yegua de Abolengo- acerca de que fueron guapos tanto Chupino como Gamble Rules, el jockey dio una respuesta con su sello: “Si no tenés máquina abajo, el jockey nunca puede demostrar. Yo hice lo que tenía que hacer, es mi laburo. Me tocó ganar una carrera linda, pero de esto, vivo”. Y encima aseguró que no le duele nada, después del porrazo del jueves.

Fue la primera victoria clásica de grupo de la hija de la gran Gamuza Fina (Equal Stripes). Ella y el piloto la merecían.










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