En la batalla del Clásico Ayacucho, Galán Galés le cerró la puerta en el hocico a Remen, que se quedó sin el desquite

 

Con careta, muserola y todo, el hocico de Galán Galés asomó en el photo-finish (Hapsa)

El caballo del stud Mamina quebró sobre el disco la resistencia de un puntero aguerrido, en un espectacular final en el que sobresalieron Juan Cruz Villagra e Iván Monasterolo 

“La suerte estuvo de nuestro lado”, dijo Juan Cruz Villagra cuando se bajó de la cruz de Galán Galés (Expressive Halo) después de ganar por nada el Clásico Ayacucho (G 3-2500 m). El cabeceo de su caballo iba acompasado con el de Remen (Galicado), que con Iván Monasterolo dominó 2500 metros menos 1, el del disco, justo donde su rival bajó la testa para marcar la diferencia ínfima, dolorosa para el binomio que había estado adelante del resto del lote desde que se abrieron las gateras.

En la misma distancia y pista del Clásico Mineral (L), Remen buscaba la revancha ante Galán Galés, y otra vez fue a jugar su suerte en la punta, sin especular, y el defensor de Mamina también calcó aquel desarrollo. Casi. “No había que dejar irse al caballo de Iván”, agregó Blanco en otra parte de la entrevista que le hizo Lía Camps, de la TV de Palermo. Eso lo sabían todos, pero esta vez el jockey cordobés, que en aquella carrera había establecido una diferencia clara, de un cuerpo y medio, se encontró con una férrea resistencia de Remen, al que volvió a dirigir Monasterolo tras siete carreras con distintas montas, para unirse ambos por segunda vez.

“Todavía no da lo que debería por su potencial”, explicó Villagra, y sobre el stud del cual es monta oficial, al que mayoritariamente atiende Miguel Cafere como entrenador, afirmó: “Estamos cerrando un gran año del stud Mamina, nos ha ido muy bien”. Y vaya que es así: la caballeriza de los García terminará segunda en la estadística por ganancias, que encabeza Firmamento, y Cafere está entre los diez cuidadores por el mismo concepto.

STUD VHA
CITYSCAPE, DE REGRESO AL REINO UNIDO