jueves, 15 de julio de 2021

Fatly e Hyperion, más allá del tiempo y las distancias

En los handicaps que honraron en Palermo a un gran caballo argentino y a un inglés para la historia del sangre pura de carreras, ganaron Don Desatino y Force Majeure 



 Don Desatino(Hapsa)


Cuando un grande del turf argentino recibe su homenaje en el hipódromo de sus mejores carreras y le da su nombre a una de las dos pruebas centrales de una reunión, suena a justicia, a premio merecido. Por eso se le puede perdonar a Palermo el hecho de que se haya elegido una competencia sobre 1400 metros, que denomina Handicap Fatly, para honrar a un inmenso ganador de Grupo 1 en su pista, que sumó el Nacional, GP de Honor, General Belgrano y Chacabuco, y los Clásicos Otoño y Vicente L. Casares. Eso sí, en el haras, Fatly dio a Fair Card (en Carañuela, por Lefty), fenomenal millero ganador del GP Gral. San Martin (G 1), y de los clásicos Perú (G 2-1800 m) y América (G 2-1600 m).

En tanto, con el Handicap Hyperion (1000 m), que le rinde tributo a uno de los padrillos ingleses más grandes de la historia, además de haber ganado el Epsom Derby y el St Leger en las pistas para su propietario y criador, Lord Derby, al menos se evoca su morfología de caballo petiso (un poco más de un metro y medio, 1.51 hands) pero  musculoso y fuerte como un velocista, y sus comienzos en pruebas de hasta 1200 metros.

En el Handicap Fatly, se impuso Don Desatino (Mount Nelson), que volvió a la distancia que mejor le cae, si se tiene en cuenta que de sus 8 victorias sólo una fue en la milla y el resto entre 1200 metros y 1400. Por tres cuerpos aventajó a Guapo Malevo (Endorsement) en 1m23s61/100 en el disco, después de que Lautaro Balmaceda, su jockey, pudiera salir de un encierro –y eso que venía a media cancha-, que le demoró la atropellada.

Más tarde, el Handicap Hyperion, para yeguas, entregó un gran final, en el que Force Majeure (Manipulator) se impuso a Urban Lady (Strategic Prince) y La Hilary (Grand Reward) por hocico y pescuezo. No ganaba en ninguna parte la defensora de Dos Estrellas, pero le alcanzó el último centímetro de este kilómetro para rehacerse de una suelta no muy favorable y de correr siempre por dentro tras largar 1, la línea que todos los jinetes quieren dejar apenas se abren las gateras para abrirse hacia la verja. Fue la 7ª victoria en trece actuaciones de la pupila de Ángel Bonetto, que fue dirigida por William Pereyra.


TETAZE, UN PADRILLO CAMPEÓN








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