Rammel ganó el Montevideo, pero tiene que recuperar la memoria / Prensa Palermo
Tres clásicos de Grupo 2, Miguel Cané, Luis María Campos y Perú, son las atracciones de una jornada con pozos adicionales por más de 70 millones de pesos
El clima
que genera Un Día en las Carreras se respira como el de las grandes jornadas
del hipódromo de Palermo. Este sábado, para disfrutarlo, habrá tres clásicos de
Grupo 2 tradicionales, con historia, y más de $ 76.500.000 en pozos adicionales
en todas las apuestas. Dos de ellos, verdaderas antesalas sobre 1600 m de la Pollas de
Potrillos y de Potrancas, los Grupo 1 con que comienza la Triple Corona.
En el Clásico
Miguel Cané reina el equilibrio y por lo tanto aumenta la incertidumbre por el
resultado. Rammel (Fortify) podría resultar un candidato sólido, a partir de su
victoria en el Gran Premio Montevideo (G 1-1500 m), corriendo de menor
a mayor, pero no pudo refrendarlo en el Estrellas Juvenile (G 1-1600 m), donde la suelta
externa entre 16 rivales lo trajo mal de movida.
May Stormy
Dark (In The Dark) ganó el Especial Julio Félix Penna (1600 m) por ocho cuerpos,
por lo que la expectativa por verlo de nuevo es grande. También vino de atrás y
llamó la atención cómo se afirmó en la fangosa de Palermo. Pertenece a Las
Monjitas, una caballeriza ganadora como lo es Tinta Roja, que presenta a Tu
Fuerza (Forge), que viene de obtener su segundo éxito en La Plata, también por
ocho largos y en la pesada.
En el Clásico
Luis María Campos llama la atención el corto lote de cinco potrancas, algo que
puede explicarse en que el próximo sábado se correrán las Mil Guineas (G 1-1600 m), en San Isidro, aunque
eso no incidió tanto entre los potrillos. Lo que se destaca aquí es el posible
duelo entre Nanabush (Il Campione), invicta en dos salidas en césped y arena, donde
se impuso en el Clásico Manuel J. Güiraldes (G 3-1400 m), en el escenario
porteño, y Ayra Stark (Cosmic Trigger), que perdió por medio cuerpo el Atucha
ante Joy Rosy (Fortify) y vuelve tras casi dos meses con muy buenos ejercicios.
En el Clásico Perú (G 2-1800 m), que inicia la serie
de alto nivel en el sexto turno del programa, a las 16.30, todo puede resumirse
en la puja entre Subsanador (Fortify) y Lawson (Le Blues). Los dos vienen de
competir en el Estrellas Mile (G 1-16000 m), en el césped de San Isidro. El
primero hizo su peor carrera al finalizar 7°, demostrando que el pasto no es la
superficie en la que rinde, y Lawson fue distanciado de oficio del 2° puesto al
3° por molestar a Satu (Catcher in The Rye). Hoy puede ser muy distinto.
Poco más que un entrenamiento para la dirigida por Florent Geroux /Susie Raisher-Coglianese
Steven Asmussen, entrenador de Echo Zulu y de su padre, campeón y semental en Three Chimneys Farm, encontró en la velocidad la especialidad más favorable para la yegua, Mejor 2 Años en 2021 tras ganar la Breeders' Cup (G 1) y ahora dueña del Honorable Miss Handicap (G 2)
“Cuanta más
edad tienen los hijos de Gun Runner, más rápido corren”. Steven Asmussen fue el
entrenador del hijo de Candy Ride de más éxito en la pista –a lo que se refería
con el comentario, no a la precocidad-, Caballo del Año 2017 en los Estados
Unidos, dueño del Breeders’ Cup Classic y ahora uno de los padrillos líderes
del país. Aquellas palabras del cuidador surgieron tras la victoria en el
Honorable Miss Handicap (G 2-1200
m) de Echo Zulu, cuya madre es la ganadora de Grupo 2
Letmegomyecho (Menifee), que hasta que empezó a competir esta yegua había
tenido su mejor descendiente en el titular de Grupo 1 Echo Town (Speighstown).
Lo curioso -o
no tanto- es que la yegua de 4 años, la mejor cría de la primera generación de
Gun Runner, ofrece como su victoria más importante la del Breeders’ Cup
Juvenile Fillies (G 1), sobre 1700
m, todo un augurio a sus 2 años para la media distancia
al menos y el trampolín al cantado Eclipse por Mejor 2 Años de 2021, con un
total de tres victorias de Grupo 1 y el invicto en cuatro salidas.
Seguramente
fue su posterior cuarta posición en el Kentucky Oaks (G 1-1800 m), donde largó muy
afuera, lo que la metió en la velocidad de nuevo, entonces fue segunda en la BC
Filly and Mare Sprint (G 1-1400
m). En ninguna de las dos carreras pudo tomar la punta,
como sí lo hizo en el clásico de Saratoga, hipódromo en el que ganó las tres
veces que compitió.
Echo Zulu
fue dirigida por segunda vez por Florent Geroux, que nunca debió exigirla y la
condujo al triunfo por 5 ¾ cuerpos 7 ¼ cuerpos, respectivamente, en esas dos últimas
competencias. El jockey describió que la manejó casi como un auto,
conteniéndola al principio y llevándola “a todo gas” luego, mientras que
Asmussen reveló que lo preocupaba que largara bien, limpiamente.El entrenador aseguró que el
objetivo es llevar a Echo Zulu al Ballerina Handicap (G 1-1400 m), el 26 del mes
próximo. Ese clásico integra el programa Win And You’re In para la Breeders’
Cup Filly and Mare Sprint, que se correrá en noviembre en Santa Anita Park y
donde la zaina irá por el desquite.
El entrenador retiró ganadores a Gringo Guerrero en el Clásico Gendarmería Nacional Argentina, en San Isidro, y a Cyboogie en el Handicap Jorge Héctor Iglesias, en Palermo, dos caballos de los que espera lo mejor en el futuro
Gonzalo Borda sólo usó dos veces la fusta ligeramente, con Cyboogie /Gza. Prensa Palermo
La muy
buena semana de Eduardo Tadei tuvo ayer el segundo impacto con la victoria de
Gringo Guerrero (War Command) en el Clásico Gendarmería Nacional Argentina (1400 m), prueba con armazón
de handicap corrida en la pista de arena de San Isidro. El primero se había
registrado el lunes, con Cyboogie (Galicado), ganadora del Handicap Jorge
Héctor Iglesias (1800 m).
Gringo
Guerrero, de 5 años, tenía rivales muy respetables, pero él mismo ofrecía una
campaña en crecimiento, con tres éxitos al hilo, pasando categorías y yendo a
buscar el último en La Plata, un trazado que no había pisado hasta allí. Uno de
esos adversarios fue El Estelar (Il Campione), al que le cedió la punta después
de una óptima largada y al que persiguió hasta la recta final, donde lo doblegó
a 250 m
del disco.
Después,
deatrás vinieron Rocanrol Sin Destino
(Long Island Sound) y El Bermejo (Il Campione), que descontaron pero terminaron
a medio cuerpo y uno y medio, respectivamente. Cinco conquistass en doce
actuaciones suma el defensor del Stud Sí Quiero, Sí Puedo, criado en el haras
La Gringa, que volvió a tener en las riendas a Francisco Fernandes Gonçalves, con
otra de sus marcas, para variar: fue dueño de cinco éxitos en San Isidro. Gringo Guerrero lleva cuatro
primeros puestos, un segundo y un cuarto.
“Cyboogie está para más”
Sobre la
yegua de El Turf que el lunes pasado alcanzó su tercera victoria en cinco
actuaciones, señaló: “Cyboogie viene de ganar bien, es regular. Está para más, veremos.
Siempre uno tiene que venir atrás del caballo, no por delante”. La nieta de
Lizard Island había sido dirigida por Kevin Banegas, pero esta vez la llevó al
disco Gonzalo Borda. “Tuvo una conducción de alta escuela con Cyboogie, mirala”,
opina y recomienda Tadei, ex jockey al fin.
Y sí, vale la pena observar la serenidad y el buen
tino del jinete para ir a buscar el triunfo por los palos. Al mismo tiempo, el
cuidador lamenta que al día siguiente Borda se hubiera caído en La Plata,
resultando con fractura de una clavícula.
Por eso,
agradece el gesto de Gustavo Calvente, que le dijo que estaba en condiciones de
volver a montar los caballos a su cargo. “Ayer me vino a ver Gustavo y voy
trabajar con él”.No hay mal que por
bien no venga.
El 18° hijo de Candy Ride ganador de Grupo 1 en los Estados Unidos sorprendió a los consagrados Mage y Tapit Trice en un clásico ilustre del hipódromo de Monmouth Park, New Jersey, donde el entrenador se animó a trasladarlo luego de sus tres actuaciones en Santa Anita Park
El hijo de Candy Ride mantuvo a raya al ganador del Kentucky Derby / EQUI-PHOTO / Bill Denver
Hasta el
sábado, Geaux Rocket Ride tenía en su foja de servicios sólo tres actuaciones,
todas en Santa Anita Park, cerca de Los Ángeles. Las dos primeras, alentadoras:
victoria amplia en el debut, en enero, y segundo de Practical Move, el mejor
potrillo de la Costa Oeste por entonces, en el San Felipe Stakes (G 2-1700 m). Allí los planes del
Pink Oak Stud, su propietario, se enfocaron hacia el Santa Anita Derby (G 1) y el
Kentucky Derby (G 1), pero un estado febril puso un obstáculo insalvable y
demoró los entrenamientos hasta que hubo que descartarlos.
La
reaparición fue tres meses después, en el Affirmed Stakes (L-1700 m), y el caballo que
entrena Richard Mandella (foto) se impuso por casi dos cuerpos. Ya los grandes rivales
no estaban, porque iban gastando sus cartuchos en el duro camino de la Triple
Corona. Por eso, la jugada del hombre que cuidó a Gentlemen y a Siphon en el
siglo pasado fue una muestra de que quería que su zaino volviera a las grandes
ligas, con algunos riesgos que implicaba.
Mandella
trasladó a Geaux Rocket Ride al Este, a Monmouth Park, para que corriera su
primer Grupo 1, el Haskell Stakes (1800 m). De Pasadena (California), a Oceanport
(New Jersey). Y para montarlo en semejante carrera cambió a Flavien Prat y
Ramón Vázquez por Mike Smith, el jockey de Zenyatta, tres veces ganador –hasta
el sábado- del Haskell. Dos leyendas se unieron para demostrar que no son sólo
historia con el hijo de un padrillo que también va camino de entrar en el
Olimpo de los mejores del mundo: el argentino Candy Ride.
Entonces
Smith, que largó de la puerta 1 (hay que observar el final del video del
Haskell, que muestra el desarrollo de frente), se fue alejando de los palos y
en la recta opuesta ya estaba por afuera de todos, para entrar en el último
codo respirándole en el pescuezo al puntero y favorito Arabian Knight (Uncle
Mo), invicto en apenas dos salidas de la mano de Bob Baffert, que reaparecía.
No pudo
resistir el conducido por John Velazquez y no pudo atacar con fuerza como para
superarlo Mage (Good Magic), el héroe del Kentucky Derby, que terminó segundo a
un cuerpo y tres cuartos; Arabian Knight fue tercero a dos largos, Extra Anejo
(Into Mischief), cuarto a tres, y Tapit Trice (Tapit), otra gran promesa del
primer semestre, quinto, a cuatro.
Geaux
Rocket Ride obtuvo con esta victoria una gatera en la Breeders’ Cup Classic (G
1-2000 m),
que el 4 de noviembre volverá a Santa Anita, el lugar donde es entrenado cada
mañana. Pero habrá una escala, probablemente en Baltimore, Maryland, cerca de
donde se encuentra ahora: el Pacific Classic (G 1-2000 m), en Pimlico, el 2 de
septiembre. La carrera en la que su padre entró en la galería de los grandes y
mantuvo el invicto que se llevó de la Argentina, extendiéndolo a seis
conquistas, en la que fue su última actuación.
Mandella, ganador cuatro veces
del Pacific Classic, la carrera más importante para caballos adultos en Del Mar,
dijo: “Creo que le va a gustar la distancia [a Geaux Rocket Ride]. Y le gusta
la lucha”. El entrenador descarta competir en el Travers Stakes (G 1), en
Saratoga, el 26 de agosto, por el nuevo viaje en un breve lapso y porque considera
que la pista neoyorquina es muy honda.
En una atropellada llena de garra, Eduardo Ortega Pavón llevó a Super Agente al triunfo ante el tenaz Miguel Ángel Sosa y Abroncao, que lideraron el desarrollo hasta el último salto, para quedar segundos a medio cuerpo
El ganador y Enrique (3) batallaron hasta el final para quebrar a Abroncao /Gza. Prensa Palermo
Una carrera
que se define por media cabeza, entre el caballo que fue puntero y el que lo
persiguió desde el vamos, no puede menos que calificarse como espectacular. Dos
jockeys y dos caballos que estuvieron sensacionales remataron el Clásico Japón
(L-1400 m)
en un final a toda orquesta, después de que Super Agente y Abroncao compitieran
con otro libreto que el que suelen aplicar, y que le salió mejor al ganador por
media cabeza, nada.
Había que
ver a Eduardo Ortega Pavón estimulando a Super Agente (Valid Stripes) en la
recta final del trazado de césped de Palermo, desarmando todo su equipo de
montar desde las riendas a la cincha, para alcanzar a Abroncao (Suggestive Boy)
con un jockey que usó el arma opuesta a la de su rival: Miguel Ángel Sosa,
apilado, redondo en la montura, sólo despegó el brazo derecho para pegar y
exigir cuando vio que peligraba el triunfo que esperaba en el disco.
“El caballo
es bastante apurado y hoy lo pude serenar un poco”, explica Ortega Pavón. “En 1400 metros se hace un
poco más movida la carrera que en la milla, y mucho más que en la última, en
1800, donde lo tuve que pelear porque no se me amansaba. Ahora el cuidador lo
bajó de tiro y le vino al pelo”. El cuidador es Gerardo Alteño.
-¿Pensaste que no llegabas? Le diste un susto
al entrenador…
-Se hizo
una linda carrera. Cuando entraron al derecho el puntero me sacó como tres
cuerpos y el mío se me echaba un poco para adentro, pero lo pude enderezar, le
di dos palos y atropelló. Faltando 20 metros me llevaba
medio cuerpo pero lo que vale es en el disco. Vi que lo había tapado cuando
cruzamos.
Sobre este
momento más sereno en la carrera del paraguayo, que coincide con buenos
triunfos, analiza: “Es cuestión de tranquilizarse un poco. Cuando uno no gana
se apura, hace cualquier cosa para ganar y es peor. Entonces paré un poco y
estoy cómodo, les corro a los cuidadores que más conozco, sé cuando el caballo
está sano, entonces voy con toda la confianza”.
Se lo ve
satisfecho al jinete. “Vos sabés que arriba doy todo lo que tengo, entonces es
bueno correr a los caballos que conozco, así hago lo que tengo que hacer”. Eduardo
va a cumplir 38 años el 13 de octubre, “antes de correr el Jockey Club”, anuncia,
más aplomado pero sin olvidar los grandes compromisos, en los que siempre
ofrece un plus.
Rugiente,
con la fuerza de Brian Enrique
Cuando hubo
que dar pelea, el defensor del stud Rompe Paga la dio, impulsado por un jockey
que está hecho para esos menesteres. Rugiente (Il Campione) superó por medio
cuerpo al todavía perdedor Señor Dan (Señor Dandy), que casi aprovecha esa puja
entre el ganador, el favorito Salteño
Pass (Distinctiv Pass), Llaullin (Lucky Island) y Monsieur Delon (Il Campione) viniendo
de atropellada.
Fue la segunda victoria de
Rugiente, un pupilo de Luis Santiago Bedoya que nunca bajó del tercer puesto.
Gran reaparición tuvo Master Mayo en la arena de San Isidro /Gza. Revista Palermo
Una jornada sorprendentemente primaveral tiene Buenos Aires y poco espectáculos son mejores que las carreras en el hipódromo porteño, donde serán dos los clásicos para disfrutar
Palermo
parece estar tomando impulso para lo que vendrá la semana próxima (será un gran
Día en Las Carreras) y tiene armada para hoy una reunión con dos clásicos de
velocidad. Uno, el Japón (L-1400
m-césped), tradicional, donde hay un hecho trascendente con el
regreso a la arena porteña de Master Mayo (Master of Hounds), un caballo de 6
años que tiene mucho por decir aún, sobre todo porque volvió después de más de
un año sin competir y ganó por nueve cuerpos en la distancia, pero en la arena
de San Isidro, con 60 kg,
el gravamen más alto de la prueba.
La difícil
misión de cortarle el envión será de Súper Agente (Valid Stripes), que pasa por
un muy buen momento y viene de entrar tercero de Oppidum en una carrera con
ventajas; de Sonny Bill (Portal del Alto), que viene de imponerse en el
Handicap Zanoni, y de Secreto Boy (Suggetive Boy), un caballo que sube de los 1200 metros, donde
obtuvo el Clásico Lapistoy y fue 3° en el Adolfo P. Giovanetti, y seguramente
discutirá la punta con Super Agente.
Luego se
correrá el Clásico Domingo Torterolo (1200 m), para potrillos, en el que sobresale
claramente Salteño Pass (Distinctiv Pass), tercero de Ser Sincero en el
Estrellas Junior Sprint (G 3), en el césped, superficie en la que consiguió sus
dos victorias, una de ellas en el Clásico Velocidad (G 3). De La Plata viene a
buscar desquite en Palermo Llaullin (Lucky Island), el único ganador clásico
delgrupo –se quedó con el Gambier platense
por seis largos-; fue 4° en la recta del Clásico Carlos Pezoa a siete largos de
El Porfeado pero cerca de sus escoltas.
Monsieur
Delon y Rugiente, dos hijos de Il Campione, se comportaron bien apenas salieron
de perdedores pero van a tener que mejorar mucho más para acercarse a los
candidatos más experimentados.